- * Se trata de Enid Paloma Orgaz Cortés, directora del Instituto Municipal de Planeación de Acapulco
Redacción
Autoridades del sector salud negaron la atención médica a una mujer de Acapulco que presenta síntomas graves de coronavirus Covid-19.
Enid Paloma Orgaz Cortés es directora del Instituto Municipal de Planeación de Acapulco.
A mediados de febrero viajó a Dubai con la alcaldesa Adela Román Ocampo, para participar en el Foro Urbano Mundial.
Un mes después, el 17 de marzo, la mujer presentó una serie de complicaciones médicas.
Enid Paloma utilizó su cuenta de Facebook para relatar a sus amigos cómo vivió el proceso médico.
“Pasé estos días un proceso viral bien feo, que me sacó de equilibrio completamente, fui al hospital, estudios, placas, especialistas, con mucha dificultad para respirar, con broncoespasmo y la garganta cerrada casi por completo y tan inflamada que se veía el cuello hecho una bola”, relató la funcionaria.
Contó que cuando llamó al número de emergencias 911, la operadora la atendió muy bien y estuvo con ella en la línea durante más de una hora.
Sin embargo, le dijo que la ambulancia no podría ir a recogerla a su domicilio.
“Me dijo que como tenía síntomas (de coronavirus covid-19) no encontraba ninguna unidad que pudiera venir a recogerme y la oí de verdad apenada. Me dijo que me tenía que trasladar por mis propias medios, pero que usara cubrebocas”, relató Orgaz Cortés.
A pesar de esta situación, exculpó a las ambulancias y paramédicos que le negaron la atención.
“Si no cuentan con protección, no pueden acudir al servicio porque ponen en riesgo a sus familias. Me dio tristeza que nadie quisiera venir por mí y esa noche tuve hasta alucinaciones, no sé si por la falta de aire. Pero al día siguiente me presenté en el hospital”, expuso.
La doctora Cecilia Flores le ordenó diversas pruebas, entre ellas para influenza H1N1 y H3N2, influenza tipo B e influenza estacional, las cuales se practicó en el laboratorio de diagnóstico clínico Guerrero.
Indicó que, aunque dio negativo a influenza H1N1, el neumólogo le dio un medicamento que está indicado para esa enfermedad, con el objetivo de “bajar la carga viral”.
También le indicaron inhaladores para mejorar su respiración.
El 28 de marzo por la noche, la funcionaria acapulqueña volvió a utilizar su cuenta de Facebook para informar a amigos y familiares sobre su situación de salud.
“Estuve en urgencias del (hospital privado) Magallanes, el neumólogo Figueroa, una eminencia, pidió que me hicieran la prueba del covid-19, me rasparon la nariz y muestras de sangre, pero el epidemiólogo no quiso que me la hicieran porque ya tenía 30 días que había regresado de Dubai (…), pero qué bueno que no me la hicieron porque cuesta siete mil pesos sólo la prueba y te la entregan en tres días”, publicó la mujer.
Aseveró que las autoridades sanitarias no están practicando las pruebas de coronavirus “para no aumentar los números oficiales”.
“Llevo una semana con falta de aire (…), tengo broncoespasmo y el cuello ya se ha desinflamado porque era del tamaño de una pelota. Tuve escalofríos, dolor de articulaciones, de cabeza, de espalda, sabor amargo en la boca o falta de gusto, tos, dolor de estómago por una semana. Me hicieron de todos los estudios, pero no ese (de covid-19)”, relató.
Detallo que, ante la falta de atención médica, optó por aplicarse en su casa gárgaras de vinagre con bicarbonato de sodio, Nasalub, lavado de ojos, eucalipto untado y tomado, inyecciones de eucaliptin, Dexametasona, Gabirol y nebulizaciones con algunos medicamentos, hierbas y vaporub.
“Hoy me sentí mal y me inyecté ya eucaliptine y ceftriaxona porque ya estaba desesperada de no poder respirar bien”, contó.
Su siguiente publicación corresponde al 30 de marzo. Afirmó que ese día se sentía mucho mejor porque el neumólogo le recetó un medicamento llamado Pulmaron.
También tomó jarabe de eucalipto, perlas de Tesalon para la tos seca, graneodín para el dolor de garganta y gárgaras de Perioxidin.
Además, dijo que comenzó a tomar un té que consistía de cebolla, ajo, limón, canela, miel natural, flores de bugambilia, gordolobo, sauco, eucalipto, diente de león, hinojo y manzanilla.
Enid Paloma afirmó que se sentía de buen humor, pero reveló que tiene algunos padecimientos que la vuelven vulnerable ante el coronavirus covid-19, como una enfermedad autoinmune llamada síndrome antifosfolípido, un soplo ligero en la válvula mitral izquierda del corazón, hipotiroidismo y osteoporosis.
Al día siguiente, el 31 de marzo, su situación de salud se volvió crítica y siguió empeorando con el paso de los días. También su madre comenzó a presentar síntomas.
El 04 de abril contó en Facebook que su hija les exigió a ella y su madre hacerse la prueba de covid-19 “cueste lo que cueste”.
Por ello, se dio a la tarea de llamar a los laboratorios y hospitales de Acapulco, pero en todos los lugares le dijeron que no había pruebas de coronavirus.
Le explicaron que esas pruebas sólo se podían realizar con la autorización de Salud estatal, en el laboratorio estatal que se encuentra en Acapulco.
Después de llamar a la Unidad de Inteligencia Epidemiológica y Sanitaria, le dijeron que no.
“No puede ser, uno tiene derechos (…), ¿dónde están las pruebas? Esto no me gustó, no es correcto, me preocupa”, expuso la mujer.
La mañana de este lunes, Paloma Orgaz realizó su última actualización de salud en Facebook y la acompañó con dos fotografías de ella conectada a un tanque de oxígeno.
Relató que la noche del domingo tuvo una insuficiencia respiratoria severa y llamo al 911 para pedir una ambulancia.
En un primer momento le dijeron que la unidad iba en camino, pero después que les contó que tenía síntomas de coronavirus, la ambulancia no llegó.
En ese momento transfirieron su llamada a Covitel, donde la atendió el doctor González.
“Él me dijo que no era bueno que yo fuera a un hospital porque era riesgoso para mí, le dije: entonces sólo mándeme la ambulancia para que me asistan aquí con oxígeno. Me dijo que las cosas no funcionaban así”, relató la funcionaria municipal.
Contó que en ese momento le recalcó al doctor que no podía respirar y necesitaba ayuda urgente.
“Me contestó que la Marina no dio su autorización de que me recogieran. ¿Por qué la Marina actúa así? Su papel es protegernos ¿Qué está pasando?”, cuestionó la mujer.
Sostuvo que su relato es verídico y que en la línea Covitel debió quedar grabada la llamada a las 11:37 de la noche.
“Le pregunté al doctor llorando que si tenía hijos, que si no tenía misericordia, todo debe estar grabado. Los inhaladores no me servían, usé mucho todos y sabía que no iba a poder pasar toda la noche así. Llamé al hospital Magallanes para que viniera por mí una ambulancia y les dije que solo tenía un broncoespasmo para que aceptaran venir por mí, porque también me preguntaron mucho sobre síntomas de Covid, los cuales negué para poder ser recibida en un hospital privado que pagué yo. Vinieron por mí, me pusieron oxígeno, llegué a urgencias, me atendieron muy amablemente pero no tenían personal, llamaron a internistas, urgenciólogos y neumólogo y nadie contestó el llamado. Se pusieron las enfermeras y la doctora de guardia traje de astronauta en cuanto me hicieron preguntas y me nebulizaron y me pusieron oxígeno. Gracias a Dios eso me ayudó”, sigue el relato.
La funcionaria municipal de Acapulco afirmó que las enfermeras estaban nerviosas porque no tenían un especialista disponible y por ello le pidieron irse a otro hospital.
“Finalmente les dije: ya he pasado mucho, réntenme un tanque de oxígeno, aquí se los pago y ya les prometo que me voy a mi casa. Así fue y tengo el tanque en mi recámara que me trajeron con la ambulancia del hospital”, recordó Enid Paloma.
Aseveró que, por primera vez en su vida, se sintió asustada por ser mexicana.
Sostuvo que “no es humano” el trato que reciben los enfermos sospechosos de covid-19.