- * Miembros del Foro Permanente de Organizaciones Sociales reprocharon que la semilla entregada el año pasada a campesinos fue de tan mala calidad, que ni Segalmex quiso comprar el maíz que cosecharon
Alondra García
El Foro Permanente de Organizaciones Sociales de Guerrero advirtió que habrá movilizaciones “peores que las del año pasado”, si la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) impone las mismas reglas de operación en el Programa Nacional de Fertilizante.
En conferencia de prensa, informaron que el Foro Permanente se reunió con el nuevo coordinador del programa, Miguel García Winder.
En el encuentro se establecieron diversos compromisos para mejorar la operatividad del programa, entre ellos la validación del padrón de beneficiarios en asambleas comunitarias, la entrega a tiempo del insumo agrícola y asesoría técnica para los campesinos.
El dirigente Sebastián de la Rosa Peláez afirmó que el ciclo agrícola pasado “no alcanzó las expectativas” de producción.
Denunció que la semilla mejorada que entregó el gobierno federal “fue de muy mala calidad” y los campesinos tuvieron una cosecha de maíz “apopoyotada”.
“La mitad de la semilla no brotó y en la otra mitad, la mazorca salió apopoyotada, es decir, podrida”, reprochó.
A la mala calidad de la semilla se sumaron otros problemas, como el retraso en la entrega del fertilizante y la complejidad de las reglas de operación del programa.
Por ello, De la Rosa Peláez advirtió que “si repiten esos mismos requisitos”, las protestas de campesinos “van a ser mayores”.
“No aceptaremos, bajo ninguna circunstancia, que se repitan los vicios del programa de fertilizante. De lo contrario (el movimiento campesino) será peor que el año pasado”, sentenció.
Por ello, los dirigentes del Foro Permanente propusieron que se valide el padrón mediante asambleas, con la participación de comisariados ejidales, comisarios municipales y ayuntamientos.
También pidieron que el gobierno federal adquiera el fertilizante “de manera inmediata”, para que el insumo esté en las bodegas de distribución a más tardar en mayo y se distribuya tan pronto se tenga un padrón depurado.
Asimismo, señalaron la necesidad de establecer un Comité de Seguimiento para evaluar los avances del programa, el cual estaría integrado por representantes de los tres niveles de gobierno y por organizaciones campesinas.
También propusieron que, en lugar de sulfato, se entregue urea como fertilizante, el cual proporciona un alto contenido de nitrógeno, es más barato y rinde al doble.
El presidente de Colegio de Ingenieros Agrónomos del Estado de Guerrero, Antonio Colín Ramírez, propuso que se comience a trabajar en la incorporación de abonos orgánicos y que en cada municipio exista un módulo para su elaboración.
Los dirigentes campesinos demandaron que se respeten los centros de origen del maíz, es decir, las semillas nativas y criollas.
Asimismo, solicitaron que los técnicos agrícolas que contrate la Sader sean propios de la región, no traídos de otros estados.
El dirigente campesino Carlos Renato Hernández Rodríguez señaló que el propio gobierno federal reconoció el fracaso de la producción de maíz en el ciclo agrícola 2019.
Pero, además, señaló que la Federación dejó de lado otros cultivos importantes para Guerrero, como son el coco, el maguey, el mango y la jamaica.
Por su parte, el dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, Evencio Romero Sotelo, aclaró que las organizaciones sociales no quieren “intervenir en el reparto”.
Su demanda, dijo, es que el fertilizante “llegue a los campesinos sin moche, sin corrupción y de manera transparente”.
Advirtió que la propuesta del delegado federal Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, de realizar mil 250 asambleas en el estado para construir el padrón de beneficiarios, es imposible de cumplir.
Por ello, reiteró el llamado a que se depure el padrón ya existente en asambleas comunitarias, con la ayuda de los ayuntamientos y el aval de las autoridades comisariales.
Del 50 por ciento, la caída en la producción
Los dirigentes del Foro Permanente de Organizaciones denunciaron que debido a los fallos en la operación del programa de fertilizante, se registró una caída del 50 por ciento en la producción de maíz en Guerrero.
Indicaron que, en 2018, los campesinos produjeron seis toneladas de maíz por cada saco de semilla.
El año pasado, la semilla de mala calidad que entregó el gobierno federal solo rindió para producir tres toneladas por saco.
Además, señalaron que la cosecha resultó de tan mala calidad que Segalmex se negó a comprarle el grano a los campesinos de Guerrero.
El exdirigente de la CODUC, Sebastián de la Rosa Peláez, afirmó que los más afectados fueron los pequeños productores que cultivan de una a tres hectáreas para autoconsumo.
Incluso confirmó que en Tecoanapa, San Marcos y Juan R. Escudero, los ayuntamientos y los campesinos se están organizando para hacer compra consolidada de semilla.