- *Cinco días después de la divulgación de un video en el que se ve a niños siendo adiestrados en el uso de armas, en Alcozacán, Chilapa, Derechos Humano emitió un pronunciamiento al respecto
Alondra García
Cinco días después de que la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) divulgó un video en el que se observa a un grupo de niños que son adiestrados en el manejo de las armas, en Alcozacán, municipio de Chilapa, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhortó a los gobiernos federal y estatal a evitar la participación de menores de edad en las policías comunitarias de Guerrero.
Este lunes, la CNDH pidió a las autoridades instrumentar de manera inmediata las medidas pertinentes para proteger los derechos de los menores que fueron reclutados y armados por la (CRAC), para combatir de manera frontal a un grupo delictivo que opera en ese municipio de la Montaña baja del estado.
El organismo dirigió una comunicación oficial a la Secretaría General de Gobierno de Guerrero, a la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes; al Poder Ejecutivo estatal, la Fiscalía General del Estado, a la Procuraduría de Protección y el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia.
Solicitó que, en el ámbito de sus respectivas competencias, tomen las medidas pertinentes para salvaguardar los derechos de las niñas, niños y adolescentes involucrados y eviten su participación armada en los grupos de autodefensa.
La CNDH también demandó que se implementen acciones para informar y sensibilizar a los líderes comunitarios, las familias y la población en general, sobre su responsabilidad como garantes de los derechos de los infantes, y sobre los daños irreparables que podría generar el involucramiento de menores de edad en conflictos armados.
También requirió la elaboración del diagnóstico y plan de restitución de derechos integral que corresponda a cada uno de los afectados, el cual deberá de atender a su interés superior y sus circunstancias sociales y culturales.
Las acciones deberán de focalizarse en su recuperación física y psicológica y su reintegración social, considerando su contexto social y cultural.
El organismo nacional externó su preocupación por que hechos como este se conviertan en prácticas recurrentes en el Estado de Guerrero, que ponen en grave peligro la integridad, vida y desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes.
La CNDH recordó que en 2019 se presentó también un caso de niños que anunciaron su integración a los grupos de autodefensa en el municipio de Chilapa, argumentando la falta de respuesta por parte de las autoridades ante la actuación del crimen organizado.
En el Informe Especial de la CNDH sobre Niñas, Niños y Adolescentes víctimas del Crimen Organizado, se evidencia que Guerrero es la entidad federativa con más alto riesgo para los menores de edad por la violencia asociada con grupos delincuenciales, cuyas consecuencias se traducen en el incumplimiento y negación de sus derechos a la vida, integridad, a la salud, educación, a una vida libre de violencia, a vivir en familia, entre otros.
“Los hechos ocurridos confirman la urgente necesidad de trabajar para materializar las políticas, programas y acciones de gobierno dirigidas a la niñez y adolescencia a nivel municipal, comunitario y familiar, ya que son los entornos más inmediatos donde se desenvuelven las personas menores de 18 años y donde las intervenciones oportunas y eficaces pueden prevenir incumplimiento o violaciones a sus derechos humanos”, expuso el organismo en un comunicado.
Antes que la CNDH, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) condenó el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes para que participen en grupos armados y pidió de manera urgente al Estado mexicano que se respeten sus derechos en Guerrero y en todo el territorio nacional.
“Los niños, niñas y adolescentes asociados con fuerzas armadas están expuestos a la violencia, ya que frecuentemente son obligados a presenciar o cometer actos que atentan contra la integridad física y la vida de otras personas, y corren alto riesgo de ser sometidos a abusos, explotación y abandono escolar, sufrir lesiones físicas y psicológicas e, inclusive, la muerte”, indicó.
En un comunicado, la UNICEF afirmó que el reclutamiento de menores en grupos armados es siempre producto de una acción forzada y una de las peores formas de violencia y explotación a la que pueden estar expuestos, pues afecta su integridad persona.
“Sin importar a qué grupo u organización armada sea reclutado un niño, niña o adolescente, por quién sea auspiciada y con qué fin, ese reclutamiento es una práctica que atenta directamente contra sus derechos humanos”, manifestó Christian Skoog, representante de UNICEF en México.