Por Pedro Julio Valdez Vilchis

A comienzos de los años 80 conocí a Andrés Campuzano Baylón. Inició entonces con él una larga amistad que quedó suspendida por su repentino fallecimiento en marzo de 2018. A través de él conocí después a varios de sus hermanos, que eran muchos. Uno de ellos fue Tomás Campuzano.

Los hermanos Campuzano secundaron a Andrés, extraordinario periodista surgido del bravo barrio de La Fábrica de Acapulco, cuando este camarada echó a andar su diario ‘El Reportero’. Tomás siempre estuvo a su lado en ese proyecto periodístico, hasta que la crisis lo alcanzó y dejó de imprimirse, aunque continuó editándose, no con mucha regularidad, como diario digital.

Tomás se incorporó posteriormente a EL SOL DE CHILPANCINGO en el área de circulación.

Siempre fue respetuoso y de trato comedido conmigo. Eso me hace recordarlo con afecto.

Hoy Tomás ya está al lado de Andrés. Falleció el domingo.

A sus hermanos, a sus hijas, mi más sentidas condolencias.

Descansa en paz, estimado Tomás.

Gracias por tu amistad.

Salúdame a Andrés.