Ninguna negociación con criminales, sólo aplicación de la ley: HAF.— Amílcar busca desplazar a Helguera de la coordinación de Morena.— La candidatura de Morena a la gubernatura tiene cuatro aspirantes, cuando menos
Enrique Vargas
La renuncia del gobierno federal que preside AMLO a enfrentar a la delincuencia en Culiacán dejó un mal ejemplo, en el sentido de que cuando esos grupos acumulan fuerza y amenazan con desatar la violencia, pueden dominar y hacer retroceder al gobierno, lo que de ninguna manera debe aceptarse, ya que por ese camino México estaría dentro de poco tiempo bajo el control de los cárteles de las drogas y los grupos de sicarios armados que manejan.
Ya se han hecho intentos en ese sentido por parte de grupos delincuenciales en otros lugares y actualmente en Guerrero, en la Costa Grande, en el municipio de Tecpan, un grupo de delincuentes provisto de armas de alto poder pretendieron imponer su voluntad en esa zona, por lo que cerraron caminos e incendiaron varios vehículos, como en Culiacán, donde el gobierno federal decidió recular para evitar, dijo, un enfrentamiento que afectara a muchos inocentes y a familias ajenas al problema.
El grupo delincuencial asentado en la Costa Grande exigía al gobierno del estado que se retiraran de esa zona a los integrantes de las corporaciones que combaten la violencia y criminalidad, como policía estatal, Guardia Nacional, Ejército y la Marina.
Pero aquí no se les cumplió esa exigencia fuera de la ley, porque la determinación es perseguir y castigar a los criminales, pues de ninguna manera se negociará con quienes están fuera de la ley.
Esa fue la posición firme e indeclinable del gobierno del estado que encabeza el gobernador Héctor Astudillo Flores, quien destacó que no se tiene ninguna ruta de negociación con esos grupos ilegales, para quienes la única alternativa es enfrentarlos y procesar a los responsables para que se les aplique la ley.
Lo bueno es que esta actitud de la delincuencia sólo se ha presentado en este punto de la Costa Grande, sin que se haya reproducido en algún otro lugar del estado, y lo de Petatlán está ahora bajo control del estado y las fuerzas armadas federales y la Guardia Nacional.
AMÍLCAR BUSCA DESPLAZAR A HELGUERA DE LA COORDINACIÓN DE MORENA.— Los intereses políticos son muchas veces más fuertes que las antiguas relaciones amistosas y de lealtad, como se ve en estos momentos por el pleito entre el delegado especial, Pablo Amílcar Sandoval, y su antiguo protegido y representante Antonio Helguera Jiménez, quien llegó a la coordinación de la bancada de Morena por decisión de Amílcar.
Helguera aplicó algunas decisiones que no le gustaron a Amílcar y para seguir el autoritarismo de su jefe AMLO, ordenó que le relevaran de la coordinación parlamentaria, pero ya no hay una sola corriente, de modo que eso no ha podido aplicar, porque ahora el grupo está dividido y ahora hay dos grupos enfrentados.
Amílcar aspira a ser candidato de Morena a la gubernatura del estado, la que perdió en la ocasión anterior de manera aplastante, pero ahora cree que con el apoyo de El Peje puede ganarla, lo que ya no es seguro, porque la fuerza de ese partido va en decadencia por los errores y torpezas de AMLO en sólo un año en la Presidencia.
La desesperación de Amílcar busca ahora descalificar a Félix Salgado Macedonio como eventual candidato de ese partido a la gubernatura, porque es obvio que Pablito la quiere para él, aunque sus posibilidades de triunfo son muy limitadas, mucho más que las del senador.
Amílcar se ha abierto varios frentes de confrontación, primero con Helguera, por el control de la bancada legislativa, que está muy lejos de ser la aplanadora que integraron al iniciar sus labores hace un año, y, por otro, con la gente de Félix Salgado, que en el terreno del público seguramente “le da 10 y las malas”, porque hay una enorme diferencia entre ambos en cuanto a la aceptación pública que alcanzan.
LA VERDAD ES QUE PABLO AMÍLCAR está muy bajo en la aceptación pública, de modo que no ganaría la gubernatura ni aunque venga El Peje, porque también él ha fallado mucho en el cumplimiento de sus ofrecimientos.
Pablo es antipático y carece totalmente del carisma necesario para volverse popular entre la gente del estado y Félix, sin el apoyo de Morena, también se vería en problemas para alcanzar el Ejecutivo estatal como candidato independiente, aunque la estaría buscando por tercera ocasión, muy probablemente para volver a perderla.
Sólo que sienta que es la reencarnación de El Peje en Guerrero, para finalmente levantarse con el triunfo aunque su maestro se lo niegue.
LA CANDIDATURA DE MORENA A LA GUBERNATURA TIENE CUATRO ASPIRANTES, CUANDO MENOS.— A estas alturas ya están apuntados como abanderados de Morena en el 2021, Pablo Amílcar y Félix Salgado, pero no hay que olvidar que también Luis Walton que ya pidió la postulación.
Mención aparte merece Alberto López Rosas, quien en forma callada pero persistente e incansable, recorre el estado para acercarse a la gente y sumar cada día nuevos y mayores adeptos, pues no hay que olvidar que de esa manera ganó la Presidencia Municipal de Acapulco, con una labor solitaria, pero desde la base social.
Así, se vería que Amílcar no tiene cómo lograr apoyo popular por su naturaleza, Félix, sin apoyo de Morena se vería en problemas, mientras que López Rosas podría volverse la mejor opción para que El Peje trate de ganar el gobierno de Guerrero, aunque no la tendría fácil contra el PRI que tiene buenos aspirantes y que va con una aceptación creciente ante los muchos y evidentes fallos de Morena.
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