• * Teme por su vida disidente Sergio Montes
  • * “Podridos” los liderazgos de MORENA
  • * César, Amílcar, Ríos y Nora, culpables, acusa

Jorge VALDEZ REYCEN

No lo dudó ni un instante: “No les temo, pero sí estoy en riesgo de perder la vida”.

Sergio Montes Carrillo, la única voz disidente de Morena en Guerrero, acusa directamente a Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, César Núñez Ramos, Marcial Rodríguez Saldaña, Luis Enrique Ríos Saucedo y Nora Velázquez Martínez de ser los responsables “del aborto inducido” en las asambleas distritales del domingo 20 y señaló que sus liderazgos “están podridos… apestan”.

Los señala de haber “reventado” las asambleas distritales para elegir 90 delegados, la mitad hombres y la otra, mujeres. Acusa a Rey Hilario Serrano, funcionario del Congreso del Estado, de “operar” en Ciudad Altamirano como “mapache electoral”.

Sergio Montes está expulsado de las filas de Morena, ese es su status, pero no baja la voz ni se inclina ante “los que indujeron el voto, le fallaron a la militancia y pretenden ellos repartirse los cargos, sin celebrar asambleas. ¡Eso no lo vamos a permitir!”.

No descarta que haya violencia, como tampoco ser objeto de algún atentado o “accidente”. Advierte: “si algo me llegara a pasar tengo levantadas actas ministeriales donde acuso directamente a los posibles responsables en caso de que algo me pase”.

Y es que algo sucio ocurrió el domingo en las sedes distritales. “Me arde la cara de vergüenza”, confiesa con pena el oriundo de Acapulco, nacido en La Laja.

“Las nomenclaturas” –como llama a los dos grupos en pugna, identificados como Pablistas y Cesaristas— han trastocado la ley. Son liderazgos “podridos” por la ambición del poder, acusó. Y anunció que se presentarán denuncias por tres vías: una a través de los órganos de control interno de morena; otra en la Secretaría de la Función Públicas y la tercera a través de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE).

–No estoy solo en esta lucha por la democracia interna de mi partido, que tanto nos costó construir desde el 2005 y desde antes. Hay miles de militantes que no apoyan estas muestras de soberbia, arrogancia y cochinero electoral. Si continúan en su necedad, de hacer asambleas a modo, cuchareadas, induciendo el voto, manipulando a la gente, los vamos a denunciar.

Montes Carrillo ha convocado a conferencias de prensa en Acapulco y Chilpancingo, donde el principal argumento es denunciar lo ocurrido el domingo 20 en las asambleas distritales. Ha levantado la voz de disentir a las prácticas antidemocráticas, sucias.

En la conferencia “mañanera” de este martes 22, el presidente Andrés Manuel López Obrador abordó el tema de las asambleas distritales de Morena, que en un 60 por ciento fueron “reventadas” y escuchó señalamientos de participación de “servidores de la nación” y funcionarios federales involucrados en la vida interna del instituto político.

–Son esas inercias que debemos romper, dijo AMLO. Sugirió que haya vistas a la FEPADE y se proceda a exigir las renuncias de aquellos que se entrometieron en las elecciones internas. También dejó en claro el presidente que “no va a hacer lo mismo” que durante muchos años criticó: Y dejó en claro: “Morena no es un partido de Estado”… “Nooo” subrayó AMLO.

–¿Qué sigue?, le pregunté a Sergio Montes.

–Que se repongan las asambleas el 3 de noviembre. Que acudan a votar libres, los militantes. Que no se reúnan esas nomenclaturas a decidir lo que las mayorías deben hacer. Esa es la tarea que sigue.

La autocrítica en Morena tiene a Montes Carrillo como un disidente que ha despertado simpatías, pero también mucho rencor. La incertidumbre del divisionismo, campea en un sepulcral silencio de las dirigencias “formales”. Aquellas que se han erigido en “contralores del pasado”, pero predican con sus hechos arrogantes el mimetismo de lo más retrógrada de lo que tanto critican: la antidemocracia y el autoritarismo.

Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.