El presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG), Ramón Navarrete Magdaleno, respaldó la legítima defensa y la consideró una medida legal necesaria ante el contexto de inseguridad y violencia que se vive en la entidad.

En la sesión del jueves pasado, el pleno del Congreso de Guerrero aprobó por unanimidad modificaciones al Código de Procedimientos Penales que implican la exclusión de delito a quienes lesionen o asesinen a sus agresores en legítima defensa.

Entrevistado al respecto, el ombudsperson subrayó que la legítima defensa ya existía en Guerrero, pero quedaba a criterio del juez.

Con la reforma aprobada este jueves se especifica que se aplicará al hecho de causar daño, lesión o privación de la vida a quien ingrese sin derecho al hogar o lugar de trabajo de la víctima con la intención de causar daño.

Navarrete consideró que se trata de “una nueva herramienta” que era necesaria porque “la inseguridad no respeta ni siquiera el hogar”.

Sin embargo, reconoció que se trata de un tema “muy complejo” y que “la psicosis” ante la posibilidad de ser víctimas de la violencia podría generar que se cometan homicidios “por error”.

El presidente de la CDHEG puso el siguiente ejemplo: “un hijo que perdió las llaves de la casa podría escalar la barda para entrar” y debido a la oscuridad de la noche podría ser asesinado por sus propios padres en una confusión.

Por ello, consideró que “hay que trabajar mucho en esa parte” para evitar este tipo de situaciones.

Se le preguntó si el aprobar el asesinato en legítima defensa no resultaba una medida extrema, respondió que “las leyes son el reflejo de las realidades (…) y esta medida es una reacción de esa naturaleza”.

“Se legisla para estar a tono con lo que está sucediendo en los pueblos, en la sociedad, no lo podemos negar que esto es producto de esta situación que estamos viviendo en el país”, expresó.