* El exgobernador de Guerrero y varios excolaboradores se reunieron ayer con miembros de la Comisión de la Verdad y acordaron que ampliarán sus declaraciones a la FGR sobre esos hechos

* Reveló que funcionarios del gobierno de Enrique Peña quisieron involucrarlo con la delincuencia organizada y lavado de dinero, e incluso le congelaron sus cuentas bancarias 

Alondra García

Luego de considerar que se debe investigar la actuación del juez que dejó en libertad a ‘El Cabo Gil’ y a decenas de involucrados en la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida en Iguala, el exgobernador Ángel Aguirre Rivero dijo que él y sus excolaboradores ampliarán su declaración ministerial ante la Fiscalía General de la República (FGR) por esos hechos.

El exmandatario compareció este martes ante la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia para el Caso Ayotzinapa, acompañado del exprocurador de Justicia del Estado, Iñaki Blanco Cabrera; el exsecretario general de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, y el secretario de Seguridad Pública, Leonardo Vázquez.

Ante la Comisión que preside el subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, Aguirre Rivero se comprometió a ampliar su declaración ante la FGR junto con sus excolaboradores, pero antes de la reunión, el exgobernador concedió una entrevista al noticiero de radio Capital Máxima.

A través del enlace telefónico, el exmandatario estatal condenó la reciente liberación de 24 policías municipales implicados en el Caso Ayotzinapa.

También lamentó que un juez haya absuelto por falta de pruebas a Gildardo López Astudillo, alias ‘El Cabo Gil’, presunto líder del cártel Guerreros Unidos y supuesto autor intelectual de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Recordó las acciones implementadas por su administración durante la noche del 26 y madrugada 27 de septiembre de 2014, tras los ataques armados que sufrieron los estudiantes en el municipio de Iguala.

Subrayó que el procurador de Justicia, Iñaki Blanco Cabrera, encabezó el desarme de los elementos de la Policía Preventiva de Iguala debido a su presunta participación en los hechos.

Sin embargo, remarcó que ‘El Cabo Gil’ intervino de manera directa para impedir esa acción.

Aseveró que el líder del cártel ‘Guerreros Unidos’ ordenó que se instalara un bloqueo en el puente de Mezcala, para impedir el paso de las autoridades hacia Iguala.

Dicha situación quedó registrada en las escuchas telefónicas que realizaron los equipos de inteligencia de Estados Unidos que investigaban a miembros del grupo delictivo en ese país.

“Está más que establecido que quien ordenó (el bloqueo) fue ‘El Cabo Gil’ y que quien movía a las policías comunitarias, a los grupos de autodefensa de la región, lo mismo que a los transportistas, era ‘El Cabo Gil’”, afirmó Aguirre Rivero.

Por ello, recriminó que el juez haya liberado al jefe criminal y a los elementos de la Policía Preventiva de Iguala que supuestamente estaban a su servicio.

Incluso señaló que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señaló a ‘El Cabo Gil’ como el autor intelectual de los hechos de Iguala.

Por ello, consideró que el Consejo de la Judicatura debe llamar al juez que absolvió al jefe delictivo y a los policías municipales “para que explique las motivaciones, las razones y sus argumentos para ponerlos en libertad”.

“Yo creo que hay que juzgar al juzgador”, expresó Aguirre Rivero.

 

Fue un chivo expiatorio

 

El exgobernador aseguró que el gobierno federal tejió una red de mentiras para culparlo por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

Recordó que su administración comenzó a movilizarse en los minutos posteriores a los ataques armados, situación que permitió rescatar con vida a 60 normalistas que se encontraban dispersos y escondidos en la ciudad.

Subrayó que uno de los primeros en activarse fue el procurador de Justicia, Iñaki Blanco Cabrera, quien desarmó y aseguró a los elementos de la Policía Preventiva.

El exgobernador aseveró que la actuación de Blanco Cabrera fue “sumamente seria y profesional” y por ello, ninguno de los detenidos por la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ha sido puesto en libertad.

A diferencia de las personas detenidas por la Procuraduría General de la República (PGR), que han recuperado su libertad porque se demostró que fueron sometidas a tortura o que hubo irregularidades cometidas en la integración de las investigaciones.

“Esto habla de que en todo momento se actuó con mucho profesionalismo (…). En ese sentido nosotros estamos tranquilos”, apuntó.

Aguirre Rivero lamentó que la PGR haya atraído la investigación del Caso Ayotzinapa y excluyera totalmente a la PGJE.

Aunque debido a la trascendencia de los hechos, era necesario que la Procuraduría General de la República atrajera el caso, subrayó que “en casos tan delicados, lo mínimo que se puede hacer es pedir la coadyuvancia de las procuradurías en los estados”, situación que no ocurrió.

“Esto para mí tiene una lectura muy clara. Querían que mi gobierno no participara en las investigaciones. Querían quitarnos el caso y buscar la manera de que a mí como gobernador se me señalara con posibles vínculos con la delincuencia organizada”, afirmó Aguirre Rivero.

Prueba de ello, añadió, es que cuando la PGR citó a comparecer a sus colaboradores, lo primero que les preguntaron “fueron los supuestos vínculos del gobernador Ángel Aguirre Rivero con la delincuencia organizada”.

Pero el caso más evidente fue cuando el entonces director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón de Lucio, interrogó al procurador Iñaki Blanco Cabrera.

“De lo más vil le dijo: hermanito, mi rey, para que esto se concluya rápido, ya dime con quién de los grupos de la delincuencia organizada está vinculado Aguirre. Esa fue la primera pregunta que le formuló a todos mis excolaboradores, porque evidentemente querían a toda costa colocarme en una situación ilícita y proceder a mi encarcelamiento”, recordó el exmandatario estatal.

Reveló que después de eso, el entonces titular de la Unidad de Investigación Financiera, Alberto Bazbaz Sacal, “armó una serie de expedientes totalmente fuera de lugar” en los que pretendía colocarlo como jefe de un grupo de la delincuencia organizada y vincularlo al delito de lavado de dinero.

“Se demostró que no hubo nada de eso, pero a través del SAT me hicieron una investigación que revisaron no solamente los cinco años que de acuerdo con la ley se establece, se fueron 20 años atrás, desde que fui diputado federal la primera vez. Desde ahí partió la investigación por parte del SAT y eso repercutió para que en todas las instituciones bancarias se nos cancelaran las cuentas y se nos negara el servicio, no solo a mí, sino a toda mi familia. Cualquier persona que llevara el apellido Aguirre era suficiente para negarle los servicios o cancelarle sus cuentas”, recordó.

Esas acciones, dijo, pusieron de manifiesto que “hubo una persecución política abierta y que hubo motivaciones de carácter político en este asunto”.

Aguirre Rivero reconoció que en su momento tuvo una relación cercana con personajes del gabinete federal e incluso con el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, el mandatario federal se negó a recibirlo cuando surgió el conflicto por el Caso Ayotzinapa.

“El presidente Peña Nieto decía que éramos amigos, pero siempre se negó a escuchar mi versión. Yo le mandé dos cartas explicándole y pidiéndole que me diera la oportunidad de que yo también le diera mis puntos de vista y nunca hubo eco, nunca encontré respuesta de parte de él”, reprochó.

A casi cinco años de estos hechos, el exgobernador dice que tiene claras las motivaciones detrás de ese rechazo.

“Sí, hubo una relación cercana, pero yo dejé el PRI y no se olviden que hay un dicho que dice: de que lloren en mi casa a que lloren en la tuya, pues mejor que lloren en la tuya”, reflexionó.

Aguirre Rivero también mencionó que, en las horas posteriores a los hechos de Iguala, los secretarios Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio se reunieron con el presidente Peña Nieto y le recomendaron dos cosas: que no recibiera al entonces gobernador Ángel Aguirre Rivero y que remitiera el asunto al ámbito local.

El exgobernador dijo que le causó extrañeza esta actitud, porque se trataba de un asunto sumamente serio y al parecer, la Presidencia de la República no estaba enterada de la magnitud del problema.

Aseveró que este desconocimiento dejó en evidencia al extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), a la Policía Federal y al Batallón del Ejército con sede en Iguala.

“No enviaron la información necesaria al presidente. Hubo omisión porque no informaron oportunamente de lo que estaba aconteciendo”, señaló.

Aguirre Rivero recordó que casi un mes después de los hechos de Iguala, solicitó licencia para separarse del cargo de gobernador, pero reflexionó: “¿Sirvió de algo mi renuncia al gobierno de Guerrero? Yo creo que no, no sirvió de nada. Mi renuncia la hice pensando en que los hechos se iban a esclarecer a la brevedad posible, pero se hizo una maraña”.

También explicó que tras su salida del gobierno se mantuvo alejado de los medios de comunicación por seguridad. “La verdad es que yo mantuve mucha prudencia, lo digo también de manera muy abierta, yo temía que hubiera represalias en aquel momento porque estaba viendo lo que me estaban construyendo en la PGR, en la Secretaría de Hacienda, en la Unidad de Inteligencia Financiera, lo que estaba haciendo Tomás Zerón de Lucio. La verdad es que a mí en ese momento hablar sobre ese penoso caso me ponía en una situación de altísimo riesgo”, expuso.

El exgobernador dijo que le dolió mucho todo lo ocurrido en torno al Caso Ayotzinapa y el intento de responsabilizarlo por esos hechos.

“La verdad hay cosas que duelen mucho porque no solo te afectan a ti, afectan a toda una familia y obviamente mi esposa, mis hijos han sufrido mucho, mis hermanos, por todo lo que aconteció”, comentó.

Respecto al nuevo gobierno federal que encabeza López Obrador, reconoció que no ha tenido la oportunidad de reunirse con el mandatario, pero dijo que se siente más seguro porque “ha dado garantías” e incluso se ha reconocido la labor que realizó como gobernador junto a su gabinete para esclarecer el caso.

Aguirre Rivero también anunció que en diciembre presentará un libro titulado ‘La otra verdad’, en el que expondrá su testimonio y su visión del caso Ayotzinapa.