* Entre empujones y discusiones, integrantes del Movimiento por la Liberación de los Presos Políticos en Guerrero (Molpeg) y estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa tomaron seis horas la caseta de Palo Blanco de la Autopista del Sol
JESÚS SAAVEDRA
Entre empujones y discusiones, integrantes del Movimiento por la Liberación de los Presos Políticos en Guerrero (Molpeg) y estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa tomaron por más de seis horas la caseta de peaje de Palo Blanco de la Autopista del Sol.
Este sábado por la mañana, unos 50 integrantes del Molpeg llegaron a esa caseta a bordo de un autobús y bajaron cubiertos del rostro para tomar el control de las garitas de cobro y donde estuvieron pidiendo 50 pesos de “cooperación voluntaria” para que los automovilistas pudieran circular por esa vía.
Ahí les informaron a los automovilistas que estaban juntando recursos para destinarlos a 16 integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (CECOP) que están presos en el penal de Acapulco desde enero del año pasado y a quienes consideran “presos políticos”.
Dos horas después, llegaron estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y se generó una confrontación verbal que no pasó a mayores y los normalistas se replegaron a un costado de las casetas a bordo del autobús en el que llegaron.
Para el mediodía los integrantes del Molpeg se retiraron y en su lugar se quedaron los normalistas de Ayotzinapa quienes estuvieron pidendo 100 pesos de ‘cooperación voluntaria” a los automovilistas en una caseta donde se pagan 129 pesos de cuota.
Los normalistas explicaron que estaban recaudando recursos para el comedor universitario y las acciones de protesta que realizan con los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala hace cuatro años y medio en Iguala.
Sostuvieron que van a continuar con sus acciones de protesta hasta saber el paradero de sus 43 compañeros y se castigue a los responsables de esa desaparición forzada.
Hasta después de las 4 de la tarde los normalistas de Ayotzinapa se retiraron de la caseta, donde estuvieron a distancia vigilando las protestas policías Federales y del Estado, quienes al inicio de la toma de la caseta sólo les advirtieron que estaban cometiendo un delito.
La afluencia de automovilistas hacia el puerto de Acapulco fue copiosa y las dos protestas juntaron buenos recursos económicos en una caseta que casi todos los días es tomada por estudiantes, maestros y hasta dueños de Estancias Infantiles.