* Médicos, enfermeras, nutriólogos y personal de apoyo de ese programa denunciaron que les dijeron que hasta hoy trabajarían, por lo que miles de niños y mujeres embarazadas en zonas marginadas se quedarán sin atención
Redacción
Por el despido de casi 300 trabajadores del programa federal Prospera adscritos a la Secretaría de Salud, se quedarán sin atención más de 400 mil familias de Guerrero, entre las cuales habría al menos 58 mil menores de cinco años y unas cuatro mil mujeres embarazadas que viven en zonas marginadas.
Un grupo de trabajadores, a quienes de un día para otro les informaron que este 30 de marzo termina su contrato, manifestaron su inconformidad en conferencia de prensa, donde hicieron un llamado a las autoridades federales aclarar su situación laboral, y sobre todo que va pasar con la atención médica que ellos brindaban.
Alberto Román, uno de los afectados, señaló que les dijeron que a partir del 30 de este mes ya no se presenten a laborar, y que posiblemente en dos semanas serían recontratados, lo que consideró es una situación delicada, pues la atención a la salud de las personas no se puede sujetar a cuestiones burocráticas, como lo es la situación de unas 4 mil mujeres embarazadas que son atendidas a través de Prospera.
Dieron a conocer que en este programa participaban casi 300 personas, entre médicos, enfermeras, psicólogos, nutriólogos y personal de apoyo, que brindaban atención en centros de salud y centros de atención directa en zonas de alta marginación y pobreza, como la Sierra y la Montaña de Guerrero.
Consideraron que el argumento que les dieron de que en abril serán recontratados, es una estrategia del gobierno federal para despedirlos definitivamente.
Señalaron que aunque fueron contratados por la Secretaría de Salud, dependían directamente de recursos federales. “Al cambiar el gobierno federal la regla de operación del programa Prospera, no tenemos certeza que si podríamos ser recontratados nuevamente por el mismo programa o quedamos sin empleos”, insistieron.