* Los cambios en el gobierno de HAF
* ¿Realmente inciden en funcionalidad?
* La desbandada en la SEG… acto desleal
Jorge VALDEZ REYCEN
Cuando José Luis González de la Vega Otero fingió estar hospitalizado y con una enfermedad casi en fase terminal, la Secretaría de Educación Guerrero ya era un “caso perdido” para ese funcionario. Lo estaba esperando Esteban Moctezuma Barragán y los aliados de Elba Esther Gordillo Morales, en Puebla, la nueva sede de la SEP del Gobierno de México.
A González de la Vega no le importó la comparecencia ante las comisiones legislativas del Congreso del Estado y, está visto, ni que el gobernador supiera que su renuncia finalmente no era por “motivos de salud”, sino por una chamba más atractiva y de índole federal en el gobierno Morenista.
La SEG quedó en manos de Arturo Salgado Urióstegui, el subsecretario de Educación Media Superior y Superior, mientras que los otros relevos fueron de bajo perfil. Lo que llamó la atención es que Emiliano Díaz Román fuera designado titular del CONALEP y en menos de 15 días dejó tirada la chamba, al parecer siguiendo a González de la Vega Otero. Nibya Solís Peralta finalmente se hizo cargo de esa institución que atraviesa por una crisis interna sindical, lo mismo que los Colegios de Bachilleres y el Instituto Estatal de Educación para Jóvenes y Adultos de Guerrero.
Héctor Astudillo Flores reajustó todo el sector educativo, invitando a antiguos secretarios de Educación y quienes tuvieron plena conciencia del cómo se mueve el magisterio y los grupos fácticos al interior de la institución. A Fermín Gerardo Alvarado Arroyo, a Miguel Mayrén Domínguez y a Nibya Solís Peralta, firme mano derecha de Daniel Pano Cruz al frente todos de la SEG, ahora están llamados a trabajar con experiencia y responsabilidad lo que evidentemente no hicieron o dejaron de hacer los ausentes.
Con la partida de feos antecedentes en la administración pública de José Luis González, también se fueron personeros de un control clientelar, centavero, corrupto, que tasaba así las relaciones con la facciosa CETEG y sus itinerantes liderazgos divididos y confrontados por la ambición desmedida de esos jugosos convenios, que no eran otra cosa que chantajes y cochupos de la vieja usanza con Zeferino Torreblanca Galindo. Por cierto, sus eternos compañeros, los Peña Soberanis, ya fueron despedidos o cambiados por leales funcionarios a Astudillo, o al menos así se reflejan los relevos.
La desbandada en la SEG de desleales colaboradores no fue por obra y gracia de la transición a la Cuarta Transformación, sino a la incidencia soterrada de la maestra Elba Esther Gordillo Morales, en la confección de la nueva SEP y el cambio de eje rector de una política educativa truncada, extraviada y sin rumbo certero. Se reagruparon los viejos gordillistas para lo que está por venir: finiquitar a la CNTE usándola como ariete contra el SNTE. Sobrevivirá el más apto en esos menesteres caciquiles y los más abyectos.
Astudillo Flores no se detuvo a descifrar ese perverso andamiaje, simplemente buscó la experiencia de cuadros que le den resultados.
La funcionalidad de los relevos deberá incidir en la distensión de conflictos propiciados por una mala administración que creó condiciones de chantajes como premisa para arrebatar plazas, fondos, subsidios, apoyos, dádivas y cuanta tontería se les antojara. La idea era obtener recursos, la forma era lo de menos.
El antecedente creado por González de la Vega lo perseguirá en su sendero, como cuando va dejando migajas a las palomas en su camino. Lo seguirán los mercenarios, los que creaban una atmósfera de confrontación, violencia, conflicto como forma de ejercer una presión que llegaba con miles de pesos en la maleta de funcionarios prevaricadores. Y así lo harán con Esteban Moctezuma Barragán, quien no sabe o finge ignorar de las capacidades y talentos ignotos de sus ahora flamantes colaboradores. La CETEG ya oteó el olor a la carroña que proviene de la SEP. ¿Y la SNTE?… ¿Y la maestra?
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.