* Quienes presenciaron el operativo de policías ministeriales antisecuestros para liberar a una persona privada de su libertad, afirman que hubo “excesos” de los agentes
Jesús Saavedra
Familias del fraccionamiento SUSPEG, ubicado al norte de Chilpancingo, se quejaron por los excesos de los integrantes de Unidad Especializada Contra el Secuestro (UECS) que realizaron la noche del martes un fuerte operativo que derivó en una balacera y la detención de seis presuntos integrantes de una banda de secuestradores, así como el rescate de una víctima.
Las familias afectadas narraron este miércoles a reporteros que vivieron una “noche de terror y de drama” debido a la balacera que escucharon y vivieron en esa unidad habitacional donde tienen sus domicilios.
Tan solo en la calle Acapulco quedaron los vestigios de la balacera donde perdió la vida uno de los presuntos integrantes de esa banda de secuestradores; en una cochera que se aprecia era utilizada como taller mecánico, quedó un camper de una camioneta con manchas de sangre y donde quedó asesinado un varón.
La fachada de esa vivienda tiene cuando menos una treintena de impacto de bala que dispararon los agentes de la UECS, en los domicilios aledaños hay dos automóviles que tienen disparos en el medallón y en la cajuela. “No podemos salir así con los autos a la calle y nosotros no tenemos nada que ver”, dijo afligida una señora.
Narró que por la noche vende golosinas, café, pan y tacos a los habitantes de ese fraccionamiento, por lo que estaba atendiendo su negocio cuando inició la balacera a unos cuantos metros de su portón y decidió meterse con sus hijos. “Fueron momentos de mucha angustia, no sabíamos que estaba sucediendo”, asegura.
Detalló que cuando cesó la balacera, los agentes de la UECS se metieron de manera violenta a su domicilio. “Abrieron a patadas el portón y la puerta de acceso a la sala y desbarataron la chapa, esos policías actuaron con violencia, nos insultaban y se robaron mercancía de mi negocio”, afirmó.
Otras vecinas que viven en esa colonia también denunciaron “excesos” de los agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE). Una de ellas dijo que le robaron el dinero de la venta de cena, un teléfono celular y los tacos dorados de pollo que había preparado para vender. Otra denunció que se metieron a patadas a su domicilio y se llevaron una computadora, dos teléfonos celulares y dinero en efectivo.
“Nosotros no nos oponemos que revisen nuestras viviendas, porque no estamos involucrados en ningún ilícito o somos delincuentes, lo que no se vale es que entren a patadas, que nos apunten, nos insulten y nos roben, que no la chinguen esos cabrones”, dijo un ama de casa sumamente molesta.
Durante el operativo en la colonia SUSPEG, los elementos de la unidad antisecuestros catearon cuando menos unas ocho viviendas, en una de las cuales se aprecia la puerta despedazada y la luz encendida. La mayoría de las viviendas aledañas a la zona donde pereció uno de los presuntos secuestradores están vacías, porque sus moradores decidieron salir e ir a buscar alojamiento con familiares o conocidos.
La casa donde falleció el presunto secuestrador y las otras aledañas donde se catearon las viviendas, no tienen sellos de la FGE que indiquen que esos lugares están asegurados como parte de la investigación que iniciaron por el secuestro de una persona ocurrido el viernes de la semana pasada.