* Comunitarios de la UPOEG están vinculados a la delincuencia organizada y se han dedicado a robar vehículos a los vecinos de ese municipio de Costa Grande, advierte el primer edil Rafael Ramírez
CARLOS NAVARRETE
El alcalde de Coahuayutla, Rafael Ramírez Martínez, denunció que la policía comunitaria que surgió en algunos pueblos de su municipio y de La Unión, está vinculada a la delincuencia organizada, y advirtió que de no haber intervención del gobierno federal para frenar a esa organización, podría haber un enfrentamiento violento con la población.
En entrevista, el primer edil de Morena afirmó que hay pruebas que demuestran que los integrantes de la policía comunitaria, agrupada a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), han cometido delitos.
Como ejemplo refirió que entre los vehículos que ocupa esa organización para sus recorridos, hay camionetas que fueron robadas a habitantes de Coahuayutla, y afirmó que tiene los documentos que acreditan la propiedad de las mismas.
“Hay pruebas, nosotros las tenemos y esa gente que ahí anda es puro secuestrador, violador, sicario, de lo peor”, señaló Ramírez Martínez, quien añadió que el grupo de civiles armados de la UPOEG “ha tratado mal a la gente y ha desaparecido gente, ha violado, ha sacado custodias de La Unión a balazos”.
Advirtió que si la policía comunitaria intenta ingresar a la cabecera municipal, la población reaccionará para impedirlo y podría ocurrir un enfrentamiento.
“La ciudadanía está alarmada, definitivamente está triste y enojada, porque si entran para acá yo no los puedo detener, puede haber mucha sangre, un enfrentamiento muy feo, porque definitivamente nadie puede estar por encima del pueblo y aquí el pueblo es el que manda, no puede venir un delincuente a mandar a este municipio”, precisó.
Ramírez Martínez expresó que la policía comunitaria de la UPOEG que opera en la Costa Grande lo hace con el consentimiento de las autoridades estatales, a pesar de que su gobierno ha denunciado los antecedentes de quienes la integran.
Por ello exigió la intervención del gobierno federal, a fin de que tome el control de la seguridad en el municipio e impida el ingreso de los civiles armados, pues insistió en que eso podría derivar en hechos violentos.
Comentó que hasta el momento hay presencia de policías del estado y de soldados del Ejército en la cabecera municipal, quienes se encargan de las labores de seguridad, pero consideró que el número de personal desplegado es insuficiente para hacer frente a los comunitarios de la UPOEG.
“Le hago un llamado a la federación para que se encargue de la seguridad del municipio, porque no confiamos en nadie más. Que sea su intervención lo más rápido que se pueda, urge, porque puede haber un enfrentamiento muy violento y puede correr sangre, la ciudadanía ya está hasta el gorro y urge que intervenga la federación”, reiteró.