Isidro Bautista

Antier por la tarde-noche se llevó a cabo un encuentro entre los gobernadores de los estados y el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional.
Los mandatarios estatales agrupados en la Conferencia Nacional de Gobernadores expusieron a AMLO, que ayer cumplió sus primeros cinco días en el máximo cargo político del país, sus preocupaciones y propuestas, sobre todo de carácter presupuestal, y en materia de seguridad, según la información disponible.
En un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, el mandatario guerrerense Héctor Astudillo escribió: “Saludé al Presidente @lopezobrador_ en el marco de la reunión de la @CONAGO_oficial. El respeto y el diálogo nos llevarán a tomar los mejores acuerdos por Guerrero y por México”.
Este último párrafo encierra un posicionamiento de Astudillo que, me parece, es importante y de un alto valor político: “el respeto y el diálogo nos llevarán a tomar los mejores acuerdos…”
Astudillo resalta dos cuestiones que, hay que decirlo, desde hace un buen tiempo están ausentes en la política tanto a nivel nacional como local: respeto y diálogo.
Ambos son valores indispensables para que la política transite sin obstáculos y sea eficaz. El diálogo no fructifica si no hay respeto entre las partes. Y la política sin diálogo simplemente es nada. La esencia de la política es el intercambio y la discusión de ideas.
El diálogo, pues.
Y para que prevalezca la política, la buena política a la que hacía casi cotidiana referencia el malogrado político guerrerense José Francisco Ruiz Massieu, es esencial que los actores políticos tengan disposición para dialogar con respeto mutuo.
Actuar grosera e irrespetuosamente, impide el intercambio de ideas, aborta el diálogo.
Por eso es que nos parece importante resaltar el sentido y contenido del mensaje de anteanoche del gobernador Astudillo mientras se fundía en un abrazo con el presidente López Obrador.
Desde hace cuatro días ha tenido una activa participación en actividades políticas, al lado del gobernador Astudillo, el coordinador estatal de Programas de Desarrollo del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, llamado también súper delegado de la administración lopezobradorista.
Lo que se ha visto en estos primeros días es que, a pesar de las obvias y naturales diferencias políticas que hay entre ambos, al menos hay el interés de mantener una relación fincada en la coordinación, la comunicación y el respeto.
Eso es bueno. Así no se desgastan en cuidarse uno del otro. Puede parecer obvio, pero no está de más recordarlo: ambos tienen chambas diferentes.
Trabajar con diálogo y respeto, será un buen hit.
Y eso propiciará que el estado de Guerrero mejore sus expectativas y perspectivas el próximo año.
Sandoval puede, si se lo propone, ayudar mucho al estado. Ojalá lo haga.
isidro_bautista@hotmail.com