* Chilpancingo en quiebra por culpa de MAL
* Aflora ahora el robo de 32 vehículos: VCT
* Marco A. Leyva, ejemplo de peor alcalde

Jorge VALDEZ REYCEN

Ante los ojos de los chilpancinguenses, la corrupción es la herencia que dejó Marco Antonio Leyva Mena en su desastrosa, desordenada y la peor administración que ha padecido la capital del estado.
Antonio Gaspar Beltrán ha tenido que aguantar vara, ante la terrible situación financiera dejada en una entrega-recepción que debió dar tristeza y decepción.
El hombre mejor informado del grave deterioro financiero dejado por MAL es el gobernador Héctor Astudillo Flores, quien a pesar de los malos momentos que ha tenido que afrontar por la violencia descarnada, se le han sumado actos verdaderamente insostenibles de un quebranto al municipio donde los postulados del Siervo de la Nación fueron mancillados, pisoteados y hechos añicos.
Chilpancingo recibirá las fiestas de Navidad y Año Nuevo 2019 en la más inicua pobreza financiera, con deudas impagables, una nómina abultada, el robo de 32 vehículos oficiales, un organismo que maneja el agua potable insostenible y lo peor de todo: la impunidad de quienes lo sumieron en esta crisis profunda.
Por donde lo vea, el Ayuntamiento de Toño Gaspar Beltrán ha tenido que padecer bloqueos, tomas de edificios, plantones, señalamientos injustificados y ataques por una bomba que activó MAL en su desparpajo como alcalde. Tan es así, que ni José Parcero López, delegado del CEN del PRI, ha sido capaz de proponer la suspensión de los derechos partidistas o la expulsión de sus filas del exalcalde cuestionado. ¡Nada! No pasa nada, increíble.
La síndica procuradora Vianey Castorena Tenorio presentó la semana pasada un documento oficial donde se documenta el robo de 32 unidades vehiculares adquiridas por el Ayuntamiento de Chilpancingo, que nunca aparecieron en los activos físicos del parque vehicular ni fueron registrados por la Contraloría. Como encargada por ley de los bienes, debe proceder penalmente contra MAL ante la Fiscalía General del Estado, pues no hacerlo sería incurrir en actos de complicidad y corrupción.
Y en ese trance se encuentra ahora la comuna, semiparalizada, sin recursos para solventar la segunda quincena de noviembre… ¡menos los aguinaldos!
¿No tendrá vergüenza MAL de todo lo que hizo en Chilpancingo?
Acaso no valdría la pena informarles, en una carta abierta, a los magistrados de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que su protegido alcalde Leyva Mena exigió su reinstalación pretextando sus derechos constitucionales mancillados, pero que no eran otra cosa que venir a dar el tiro de gracia a las finanzas públicas saqueadas, otorgar decenas de plazas-base a “sus” funcionarios y terminar de hundir al Ayuntamiento en la peor de todas sus miserias y desgracias. ¡Qué cara ha sido tu venganza Marco!
Ni con cárcel, estoy seguro, se pagaría lo que MAL provocó en las finanzas. Ni quitándole su residencia lujosa en la ciudad de Puebla o las otras residencias en Cuernavaca, se podrá compensar.
Marco Leyva vive con una pesada losa en su espalda y con la incertidumbre de no saber la hora en que será aprehendido, encarcelado y hasta procesado penalmente. Vive en la oquedad de sus miedos. Goza de las penurias dejadas como triste legado a un pueblo que lo cobijó, le brindó su cariño y hasta bailó con él las chilenas, sorbió mezcal en San Mateo y se paseó a sus anchas en los pendones.
¿Volverás a ver a los ojos a tu gente, MAL, en el Pendón? ¡No lo creo…!!
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.