Alejandro Mendoza

Uno de los principales retos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es el tema de la pacificación del país. En este contexto, Guerrero es uno de los estados con más altos índices de violencia a consecuencia de la virulenta guerra del narcotráfico. La principal propuesta lopezobradorista es la creación de la Guardia Nacional.
En este sentido, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores ha aclarado que ni la Policía del Estado ni las corporaciones municipales van a desaparecer, y que la figura de la Guardia Nacional aún está en proceso de conformación porque se requiere de una reforma o adición a la Constitución.
Dentro del Plan Nacional de Paz y Seguridad de López Obrador se incluye la creación de una nueva fuerza de corte y formación militar, la Guardia Nacional. No obstante, organizaciones civiles han criticado este plan por considerarlo una continuación de la estrategia de seguridad de los dos últimos sexenios, en los que las fuerzas armadas militares asumieron buena parte del combate a la delincuencia.
El Centro de Exploración y Pensamiento Crítico, de la Universidad Iberoamericana, organizaciones como el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro (CentroPro), Causa en Común, y especialistas en seguridad como Ernesto López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad de la Ibero, recordaron que el uso de las fuerzas armadas en labores policiacas no redujo los niveles de violencia en México.
Lo que el presidente de México se propone en una primera etapa es plantear que se reforme la Constitución para que el Ejército y Marina puedan ayudaren labores de seguridad pública. Unir policía militar, naval y federal para conformar la Guardia Nacional.
Según el propio López Obrador hay alrededor de 30 mil elementos en la policía militar y se puede contar de inmediato con 10 mil más de la policía naval; si a esto se suman los 20 mil elementos de la Policía Federal se tendría un cuerpo para atender el problema de la inseguridad de alrededor de 60 mil elementos.
En una segunda etapa se convocará a miembros del Ejército y Marina para que también se adhieran a la Guardia Nacional, en las mismas condiciones laborales, respetando grados, disciplinas, ascensos, antigüedad e ingresos. Y en una tercera etapa se ampliará la convocatoria a jóvenes, como una manera de reclutar nuevos elementos y así poder cubrir todo el territorio nacional con la creación de 266 coordinaciones ubicadas en las distintas regiones de México.
En tal sentido, las fuerzas armadas, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Fuerza Naval, han expresado la lealtad, respeto y subordinación que tendrán hacia el nuevo comandante supremo, en este caso, Andrés Manuel López Obrador y cumplirán con las misiones que les indiquen para cuidar al pueblo de México.
López Obrador dio a conocer que ésta será la estrategia para su sexenio y su comandante operativo será el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional. No obstante, este modelo ya se ha utilizado desde hace más de un siglo.
La Guardia Nacional es una fuerza pública de características militares que está conformada por ciudadanos, obedece las órdenes del Presidente y de los gobernadores, y su objetivo es brindar seguridad y defensa a los ciudadanos para contribuir al desarrollo nacional, según la definición histórica y jurídica del Capitán de Fragata del Cuerpo General Diplomado del Estado Mayor, Alan Ruiz Moreno, usada en su libro “Sobre la Guardia Nacional en México”.
La Guardia Nacional fue creada en 1846 por el general José Mariano Salas, quien fue presidente de México durante 4 meses (agosto-diciembre de 1846), porque pensó que era necesario defender al país de la invasión de Estados Unidos.
La Guardia Nacional tenía la tarea de defender al país de amenazas exteriores e interiores; así como conservar el orden público, de acuerdo con la investigación realizada por Jesús Solano García en su publicación La Guardia Nacional que se encuentra en la Biblioteca Jurídica Virtual de la UNAM.
La Ley Orgánica de la Guardia Nacional fue promulgada el 15 de julio de 1848. En ese documento se definieron sus principales tareas como “defender la independencia de la nación, sostener las instituciones, conservar la tranquilidad pública y hacer obedecer las leyes y las autoridades establecidas por ellas”, de acuerdo con la investigación de Solano.
Otro de los presidentes que ocupó la Guardia Nacional fue Benito Juárez, en 1858, para combatir a las fuerzas externas y en contra de los conservadores en la Guerra de Reforma, el resultado final fue la instauración de la República. Ya en el poder, la ocupó para erradicar algunos levantamientos que incomodaban al país.
De acuerdo con Ruiz Moreno, la Guardia Nacional se contempla en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917; en la Ley del Servicio Militar y en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, pero no existe una ley orgánica que la sustente, por lo que hay un vacío legal.
Además, otro problema es que para poner en marcha esta figura, las legislaciones se deben armonizar porque entre ellas se contradicen sobre cuántos tipos de Guardia Nacional existen, para qué se puede ocupar y quién debe ser parte de ella, entre otras cosas.
Para esto, el capitán Alan Ruiz Moreno propone dos escenarios que dependen del trabajo legislativo. El primero es alinear las respectivas leyes existentes y a partir de ahí formular un nuevo marco legal que organice, regule; y establezca misión y funciones de dicho grupo. La segunda opción es eliminar dicha figura de la Constitución Política bajo el entendido de que ya existen policías para combatir a la delincuencia organizada, pero que éstas corporaciones necesitan de una “ingeniería de reconstrucción” para que vuelvan a ser correctamente operativas.
En tal sentido, López Obrador asegura que su gobierno hará las adecuaciones legales necesarias para que la nueva Guardia Nacional opere en plenitud en 2021.
Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz
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