* ¿Quién coordinará el Congreso?

Miguel Ángel Arrieta

Distraídos por descifrar las señales del reacomodo gubernamental federal en Guerrero con el inicio del gobierno lopezobradorista, legisladores y líderes de Morena en esta entidad han pasado por alto el cabildeo promovido por Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros para entregar la Junta de Coordinación Política del Congreso local al diputado Servando de Jesús Salgado Guzmán, dirigente transportista señalado de mantener cercanía con el Señor de la I, líder del grupo criminal Los de la Sierra.
Así, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador establece un mensaje claro contra la impunidad con la firma del decreto para reabrir el caso Iguala-Ayotzinapa, el virtual operador del nuevo gobierno federal en Guerrero impulsa al liderazgo del Congreso a un personaje que ha dejado pistas abiertas en el sistema de seguridad.
En este sentido, la paradoja radica en que si con la reapertura de las investigaciones sobre lo que pasó el 26 de septiembre del 2014 se pretende detectar hasta qué grado el crimen organizado mantiene el control de estructuras políticas, entonces el interés de Pablo Amílcar Sandoval para designar a Servando de Jesús Salgado al frente de la Jocopo, representa un completo contrasentido al objetivo de López Obrador.
Por lo pronto, en los archivos recibidos por Olga Sánchez Cordero en Gobernación y Alfonso Durazo en Seguridad Pública, ocupa especial interés el elevado factor de influencia que tuvieron los cárteles en el pasado proceso electoral al retirar abiertamente candidatos a diputados y presidentes municipales en Guerrero, con el único fin de colocar sus piezas al frente de ayuntamientos e integrarse a la legislatura estatal.
En realidad, desde inicios de la década actual los alcances del crimen organizado para mantener el control en determinadas zonas dejó de limitarse al dominio de agentes policiales; la delincuencia persigue ahora el poder político y desde esta definición se entiende porque Guerrero figura entre las entidades más violentas del país.
En el fondo, la circunstancia de sospecha que envuelve al diputado Servando de Jesús Salgado no es algo nuevo en el Congreso: durante la LX legislatura se reveló que el entonces coordinador de la diputación local, Bernardo Ortega, es hermano del líder del grupo criminal Los Ardillos.
Y en el periodo anterior el diputado Saúl Beltrán Orozco fue identificado como parte del grupo Los Tequileros.
Saúl Beltrán negó las acusaciones pero un video difundido en noticieros nacionales lo exhibía en abierta convivencia con su compadre Raybel Jacobo de Almonte, líder de Los Tequileros, que mantienen bajo un clima de terror una parte de Tierra Caliente.
De hecho, Servando de Jesús negoció con líderes del PRD, MC y PAN de Chilpancingo para obtener la candidatura a la diputación, pero en todos esos partidos encontró las puertas cerradas luego de ser exhibido en YouTube el video en el que el actual legislador dialogaba con el Señor de la I, Isaac Navarrete, líder del grupo delictivo Los de la Sierra, cuyo territorio abarca zonas de los municipios de Chichihualco y Tlacotepec.
Esta información publicada por el portal Bajo Palabra (https://bajopalabra.com.mx/guerrero-difunden-conversacion-entre-lider-transportista-y-jefe-criminal), fue antecedida por el levantón del que fue objeto Servando de Jesús Salgado en 2013.
Al final de cuentas, Salgado Guzmán fue postulado por el PT y durante la primera semana de la actual legislatura se sumó a la bancada de Morena en el Congreso.
Estas son solo parte de las claves por descifrar en la biografía del aspirante a ocupar la titularidad de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Guerrero.
De ahí que lo más recomendable para los legisladores de Morena, es que antes de consensar quien ocupará el lugar de Pablo Amílcar Sandoval en la diputación local, intenten profundizar en el caso Iguala-Ayotzinapa, en el que gran parte de los igualtecos tenían antecedentes de quiénes eran los principales interesados en colocar a José Luis Abarca como alcalde de ese municipio, por la sencilla razón de dominar Iguala para controlar la plaza y rutas de la zona Norte de la entidad.
Después no se pregunten por qué el poder de la delincuencia ha infiltrado esferas gubernamentales.