* El titular de la Secretaría de Asuntos Indígenas rechazó que se trate de una “venta de mujeres”, ya que dijo, “son prácticas ancestrales que están muy arraigadas”
Ana Lilia Torres
ACAPULCO.— El titular de la Secretaría de Asuntos Indígenas del gobierno del estado, Javier Rojas Benito lamentó que por usos y costumbres persista en las zonas indígenas de La Montaña los acuerdos entre padres de familia para dar en matrimonio a las hijas menores de edad, a cambio de beneficios económicos, situación que denigra su dignidad.
El funcionario estatal rechazó que se trate de una venta de mujeres, ya que dijo que son prácticas ancestrales en las comunidades indígenas que están muy arraigadas y que colocan en un plano inferior a la mujer con relación al hombre.
“Todavía hay prácticas que denigran la imagen y la dignidad de la mujer, cuando se arregla entre padres sin el consentimiento de la adolescente indígena un matrimonio con una persona con la que no siquiera ha convivido”, expresó.
Entonces, dijo que son prácticas que han marcado una identidad a comunidades como las del pueblo na’savii, en Metlatónoc, Cochoapa El Grande y Acatepec, pero indicó que a las nuevas generaciones se les están inculcando los valores básicos que permitan una convivencia como la igualdad, para que ya no haya matrimonios por acuerdos de los padres.
“Muchos les llaman venta de mujeres, pero no es venta de mujeres, porque no la venden como objeto, sino que son prácticas ancestrales y desde el punto de vista antropológico y étnico corresponden a prácticas indígenas”, señaló.
Señaló que las mujeres son en su gran mayoría menores de edad que están bajo tutela de los padres y no tienen decisiones propias.
Aceptó que hay de por medio una recompensa económica para la familia de la joven, pero dijo que anteriormente era una dote y ahora son regalos en especie, lo que ha contribuido a que sea visto como una venta o trato comercial.
Para ir cambiando esta costumbre en las zonas indígenas, el funcionario estatal dijo que se implementó la estrategia “Cuerpos amados, almas libres”, que es una campaña de sensibilización orientada a empoderar a la mujer indígena.
“La empoderamos con el conocimiento de sus derechos, decirle que es igual, que vale lo mismo y que tiene los mismos derechos que el varón y sensibilizar a las autoridades comunitarias para que ya no vean a la mujer como una persona inferior al hombre”, dijo.
Consideró finalmente que no pueden seguir existiendo usos y costumbres que están por encima de los derechos fundamentales de las mujeres, por lo que se siguen realizando acciones para erradicar estas prácticas heredadas en los pueblos indígenas.