* El representante del Vaticano en México recordó que los obispos son los representantes del Papa en sus comunidades eclesiásticas

ANA LILIA TORRES

ACAPULCO.— Este martes, el representante del Vaticano en México, el nuncio apostólico Franco Coppola, impuso al arzobispo de Acapulco, monseñor Leopoldo González González el Palio arzobispal, a un año de asumir su tarea pastoral en esta ciudad.
Durante la ceremonia, realizada en la parroquia de San Cristóbal de la colonia Progreso, González González expresó su compromiso de cumplir con gran entrega su misión pastoral en la Diócesis de Acapulco.
En su mensaje, el nuncio Franco Coppola manifestó que los obispos son los representantes del Papa en sus comunidades eclesiásticas, por lo que tienen que guardar la comunión en la iglesia y estar como buenos pastores cerca de sus ovejas.
El representante del Papa Francisco dijo que el signo distintivo de los cristianos es el amor y cada uno de nosotros debemos de hacer crecer la comunión y no la guerra.
Monseñor Leopoldo González pidió al nuncio apostólico decirle al Papa “que lo queremos y rezamos por él todos los días en las diferentes parroquias para que Dios los siga fortaleciendo en su misión al frente de la iglesia”.
Sobre la celebración, González González dijo que el Palio tiene un gran significado, porque es signo de la tarea pastoral que ha de realizar al cuidado de la iglesia que se le ha conferido, en este caso la Diócesis de Acapulco.
El Palio se impone a arzobispos recién llegados a una Diócesis y es una especie de estola blanca circular que se porta sobre los hombros, lleva tres cruces y clavos bordados en seda negra, en memoria de la muerte de Jesús y tiene un significado de mucha comunión.
Antes de ser bendecido para ser impuesto a los arzobispos, el Palio pasa tres días en la tumba del apóstol Pedro, en el Vaticano.