Alondra García
El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dijo que está dispuesto a trabajar con el alcalde capitalino Marco Antonio Leyva Mena para “pacificar” la capital del estado.
Vía telefónica, el prelado lamentó la escalada de violencia que enfrenta Chilpancingo debido a la confrontación entre grupos antagónicos del crimen organizado.
Precisó que las reuniones que sostuvo con jefes del narco fueron con el objetivo de pactar una tregua en la Sierra y en las bases de transporte público ubicadas en Chilpancingo que conducen a Tlacotepec y Filo de Caballos.
Sin embargo, dijo que no ha tenido ningún acercamiento con líderes criminales para concretar un pacto de paz en la ciudad capital.
“En Chilpancingo no he intervenido (…). Hay una gran confusión, no se sabe ni de dónde vienen los ataques. Yo me imagino de dónde vienen, pero con toda certeza lo tiene que decir la Fiscalía”, apuntó.
Rangel Mendoza recordó que hace unos meses tuvo un acercamiento con el alcalde Leyva Mena y que existe una buena relación entre ambos, por lo que “si él está disponible, podrían poner en práctica un proyecto o plan para pacificar Chilpancingo”.