* El director del Centro ‘José María Morelos y Pavón’ habría acosado sexualmente a una empleada de esa Asociación Civil, y como ésta lo denunció, la despidió
* Por su fuera poco, pretenden indemnizarla con los recursos que esa organización obtiene para las víctimas a las que ofrece acompañamiento
Rosario García
Una ex trabajadora del Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos ‘José Ma. Morelos y Pavón’ A. C., denunció acoso sexual por parte del director de esa organización, Manuel Olivares Hernández, quien además la despidió de manera injustificada.
Mediante un escrito, Araceli Tecolapa Alejo, informó que desde el pasado martes 26 de junio del año en curso, fue despedida, paradójicamente, de la institución defensora de los derechos humanos, tras denunciar que Olivares Hernández ejerció violencia de género en su contra.
En dicha denuncia se evidencia que no solo Araceli Tecolapa, quien era el enlace de la organización con los medios de comunicación, ha sido acosada sexual y laboralmente por el abogado y activista, sino también otras trabajadoras de ese grupo defensor de los derechos humanos.
Araceli Tecolapa, a través del escrito menciona que su despido también fue avalado por la presidenta del Centro Morelos, Casiana Nava, “a pesar de que mis compañeros y compañeras manifestaron su desacuerdo e incluso pararon labores durante un día en protesta de mi despido injustificado, no hubo vuelta atrás”.
Señala que posterior a su despido, exigió que se le liquidara debidamente para evitar llegar a un proceso legal para hacer valer sus derechos laborales.
Así fue como finalmente el 6 de julio pasado, firmó un convenio donde se decidió que le pagarían la cantidad de 25 mil pesos por concepto de liquidación, “pero ahora me dicen que se me entregan recursos que deberían ser destinados a las víctimas que se acompañan desde el Centro Morelos, lo cual considero como una re victimización, pues la decisión de despedirme se tomó desde la dirección y la presidencia sin tomar en cuenta las repercusiones administrativas que conlleva un despido injustificado”.
Y agregó que firmó dicho convenio “bajo presión, pues el documento no manifiesta mi sentir ni las verdaderas razones de mi despido, lo cual ratifica mi preocupación, pues me parece sumamente grave que las personas que encabezan una organización como el Centro Morelos prefieran pagar una liquidación utilizando recursos que podrían tener una mejor utilización a reconocer la violencia de género que se ha dado durante varios años en la misma”.