* Los padres de los jóvenes desaparecidos eran los invitados de honor en la clausura, pero solo acudió el padre de Abel García, don Celso García, quien permaneció en la mesa del presídium
Bernardo Torres
TIXTLA.— Entre canciones y discursos de nostalgia, gritos de justicia, y lágrimas, egresó este viernes la generación de maestros, donde debieron estar los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, de quienes a casi 45 meses de ocurridos los hechos, nada se sabe de su paradero.
En la ceremonia desarrollada en la explanada de esa Normal, se mezclaron sentimientos de alegría, por los 73 alumnos que egresaron de las licenciaturas en Educación Primaria y en Educación Primaria Intercultural Bilingüe, pero también sentimientos de tristeza y coraje, por los ausentes.
Además de los 43 normalistas desaparecidos, este viernes 13 de julio egresarían los tres normalistas asesinados la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala: Julio César Mondragón Fuentes, Julio César Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo.
En las ausencias se contó también la del normalista, Aldo Gutiérrez Solano, quien permanece en estado vegetativo desde esa noche en que fueron atacados, ya que recibió un tiro en la cabeza.
El grupo de los padres de los jóvenes desaparecidos eran los invitados de honor en la clausura, sin embargo solo acudió el padre de Abel García, Celso García, quien permaneció en la mesa del presídium junto al resto de los ocupantes.
Al costado derecho del templete los familiares del normalista Julio César Mondragón, torturado y asesinado esa noche, colocaron una manta con el dibujo de su rostro, como si observara el acto de clausura en el que ya no pudo estar.
De Julio César acudieron al acto nueve integrantes de su familia, procedentes de la comunidad de Tecomatlán, municipio de Tenancingo, Estado de México.
A decir de su tío, homónimo, Acudieron con tristeza al evento pero también con coraje porque ya no está con ellos y porque a casi 4 años de su asesinato no ha habido justicia lo cual, paradójicamente, buscaba el estudiante.
Otro de sus tíos, Cuitláhuac Mondragón Fontes, estuvo presente también en el presídium y tomó la palabra y dijo a los egresados que la suya será una generación que nunca se olvidará ni en la normal ni en toda la sociedad.
“Es momento muy difícil para nosotros; precisamente comentábamos en el camino ‘imagínense, porque vale la pena soñar, que no hubiera pasado lo que pasó seguramente viniéramos hasta de tacuche'”, expresó y aclaró que no buscaban hacer sentir mal a los egresados, sino al contrario, les decía que la educación es la vía para trasformar conciencia.
El director de la Normal, Víctor Gerardo Díaz, expresó que aunque existe alegría por los que concluyen su carrera profesional, la clausura de cursos tiene un sabor de nostalgia y tristeza por los que no están.
Informó que este año la normal de Ayotzinapa empieza a recuperar matrícula luego de que disminuyera por los hechos de Iguala y este año recibirá 140 alumnos, quienes ya hicieron examen de ingreso y comienzan clases el 20 de agosto.
En la clausura estuvo presente el autor de la canción “Ahora soy 43”, que se ha vuelto icónica en la lucha de la búsqueda de los 43 estudiantes, Miguel Carrillo Figueroa, quien al interpretarla provocó las lágrimas de los presentes, especialmente de los egresados, muchos de ellos sobrevivientes de esa noche.
Mientras en la explanada se desarrolló la ceremonia de graduación, en la parte de abajo, en la soledad y la tranquilidad de la cancha, permanecen las 43 butacas con los rostros de los jóvenes que aún son esperados. (API)