Enrique Caballero Peraza
La Caquistocracia
“Cada pueblo o nación, tiene el gobierno que merece”
Joseph de Maistre (1753-1821)
Teórico político y filósofo francés.
Escribo estas líneas a los pocos minutos de que México fuera derrotado por Brasil dos a cero en la copa del mundo. Casi nunca veo fútbol soccer y no es un tema que me interese y obviamente no me apasiona, pero usaré más adelante el referente.
El día de ayer (el domingo) hubo elecciones en nuestro país. En el momento de la realización de esta nota, se encuentran computadas en el PREP el 66.6 % de las actas. Si, 666 es el número y eso no suma hasta ahora un 53% para el candidato Andrés Manuel López Obrador, con una diferencia de treinta puntos de su más cercano competidor, Ricardo Anaya. Y casi a 40 puntos de distancia de José Antonio Meade. Hay que destacar que si en nuestro país hubiera segunda vuelta electoral, Andrés Manuel hubiera ganado de cualquier manera en la primera ronda.
No hay duda de que el candidato de la coalición “Juntos haremos historia”, que conjugó a personajes de militancia relevante del PRI, del PAN, del PRD, a los maoístas del PT y a los confesionales del PES, fue el que tuvo la mayor votación; la coalición se transformó en un metapartido, el “catch all party” del que nos hablaba desde 1966 Otto Kircheimer (partido atrápalo-todo), atrayendo votantes con distintos puntos de vista y posicionamientos ideológicos.
El número de votantes con el que pueda contar un candidato le da legitimidad, más no capacidad para gobernar. Andrés Manuel será un presidente legal y legítimo, más no necesariamente capaz.
El destacado cineasta, político y escritor francés André Malraux nos decía, refiriéndose a la frase de Joseph de Maistre, con la que abro el artículo, que no es necesariamente que los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen, el pueblo elige a sus semejantes, con quien se siente identificado, quien le resulta empático.
Si el promedio de coeficiente intelectual del mexicano es inferior al promedio mínimo normal, es obvio que no se verá atraído por el brillante o el que sea destacado académicamente. El mexicano promedio se verá identificado y votará por quien es parecido a él.
Eso nos puede conducir fácilmente a la caquistocracia, el gobierno de los peores preparados. Partamos de la base de que: Quod natura non dat, Salmantica non præstat (Lo que la naturaleza no da, la universidad de Salamanca no te lo dará).
Elegimos hoy por primera vez a un politólogo (no importa que haya tardado catorce años en concluir su carrera y que su promedio sea deficiente) que debería de contar con el conocimiento para ejercer su gobierno, al menos con la base aristotélica de la concepción de la política: “Realizar lo posible en el marco de nuestra realidad”.
Su primer discurso fue conciliador. Eso es positivo. Aclaro que para que el futuro presidente electo me arranque un aplauso, tendría que hacer algo extraordinario. Jamás he sido seducido por el poder. A mis amigos que me convocan a festejar su triunfo, les digo que no celebré el triunfo de José López Portillo quien fue candidato único, ni el de Miguel de la Madrid, aunque fue electo con el 70% de la votación, menos el de Carlos Salinas de Gortari, o el del doctor Ernesto Zedillo y por supuesto no el de Enrique Peña Nieto. Soy congruente: no celebro el triunfo de los adversarios políticos.
Deseamos que le vaya bien a México, eso sí, y para ello estamos dispuestos a realizar política total; una sociedad sólo puede resolver sus problemas complejos, realizando un verdadero diálogo entre quienes no estamos de acuerdo, no nos agradamos o no confiamos.
Tenemos que colaborar con el adversario (enemigo le llama Adam Kahane), debemos ejecutar la “Realpolitik” de Otto von Bismark y privilegiar un diálogo que derive en entendimiento y acuerdos, pero que no esté exento de contraste, confrontación y firme defensa de nuestros programas, proyectos e ideales.
Comentaremos sobre la conformación de las cámaras, elecciones de gobiernos estatales y las locales de Guerrero, en siguientes entregas.