Para que El Peje pierda de veras…

 

Felipe Victoria

 

Las peras a cuatro puestas al partido tricolor que fuera invencible en el Siglo XX, pero no pudo ganar en el 2000 ni 2006.

Ya desde entonces, al que no dejaron ganar fue al PRD, con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano por tercera vez ni con Andrés Manuel López Obrador en el primer chanchullo de 2006, que se repetiría en 2012 por decisión del Trife.

Para este 2018, “aparentemente” El Peje ya no va por el PT ni por el PRD sino por el Morena de su propiedad particular, pero las simpatías y lealtades seguirán bajo el agua con AMLO, pues el PRD ni siquiera tiene candidato propio ya que tuvieron que integrarse al trabuco del Frente Amplio, en que impusieron al panista Ricardo Anaya, emparentado de algún modo con Carlos Salinas de Gortari, el señor de los hilos de la tramoya.

No es que al PRI ya no le interese tanto ganar las elecciones de julio, pero prefieren cualquier sacrificio antes que dejar que gane su temido rival López Obrador, de quien temen lo peor.

Parece que no les dolería mucho sacrificar a su simpatizante externo José Antonio Meade Kuribreña, que a la fecha los militantes y simpatizantes tricolores no consideran de casa y por eso ha sido la falta de entusiasmo en su campaña, pues se quedaron como de “brazos caídos”, extrañando que debieran haber sido Manlio Fabio Beltrones Rivera o Miguel Ángel Osorio Chong los ungidos por escalafón y méritos, pero férreamente disciplinados como son los priístas en vez de oponerse y protestar se arrodillaron levantando la mano para no enojar a la cúpula partidista que controlan desde Los Pinos.

Los políticos en su calidad de seres humanos cometen errores; ungir a Meade en una Asamblea Nacional donde modificaron los requisitos para ser candidato priísta suprimiendo la militancia previa tuvo consecuencias desagradables.

Imposible se ve a estas alturas que repunte Meade en las preferencias y obviamente se calcula una sorpresiva alianza entre el PRI y el Frente Amplio si Meade declina favor de Anaya o “se enferma” este mes de mayo.

Misteriosamente han sembrado silencio sobre las cuentas oscuras y ahumadas de Rosario Robles en el gabinete peñanietista que comprometen a Meade, por lo menos en omisión de un deber. Ese ataque furioso se espera para los debates que faltan.

Ningún sacrificio es demasiado para el clan mexiquense de Atlacomulco en el poder tratándose de atajar como sea la llegada de AMLO a la Presidencia y los posibles rugidos del tigre suelto no les espantan, pues para eso cuentan con la lealtad de las fuerzas armadas en caso dado y su nueva Ley de Seguridad Interior en revisión y adecuación para sofocar ipso facto cualquier rebelión.

No podemos soslayar que los políticos mexicanos son especialistas en tomarse la foto sonriendo de dientes para afuera mientras se apuñalan por la espalda o al revés, peleando como perros frente al pueblo, pero haciendo negocios como socios en lo oscurito.

Como a quienes se enferman y se van desmoronando cada día, el fantasma de la sustitución de candidato se revuelve con la sombra del brillante economista y financiero José Meade, pero cuyo fuerte no es la política y la cauda de inexpertos asesores que están en su campaña lo han ido hundiendo.

Que se repitan tragedias como la de 1994 en Tijuana, nadie lo quiere, pero los especialistas en prospectivas y análisis de riesgos calculados  lo temen; a los del PRI no les duele sacrificar su candidato.

La fecha del comienzo de impresión de las boletas electorales ya está muy próxima; recordemos lo sucedido en Tamaulipas, cuando una semana antes mataron al candidato y médico Rodolfo Torre Cantú y tuvieron que poner en su lugar de chanchullo a su hermano Egidio, el Ingeniero.

En política nada es imposible y la vida nos da sorpresas.

-¡Tiín, tilín!- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizrrina, ¿cómo van los presagios de relevos o cambios entre candidatos presidenciales?

-Fijense chamacos que arreciaron después del primer debate, AMLO sigue en la cúspide, Anaya subió y Meade cayó más.

-¿Y qué pudieran hacer los priistas para darle un levantón, teacher?

-Parece que ya no les queda tiempo de nada y la esperanza en milagros se les marchita como a Margarita y el “Bronco Mochamanos”.

-¿Cree que Anaya rebase al Peje?

-Nuncamente, la mitad del electorado que sí acostumbra votar está firme con López Obrador, ya sea por genuina simpatía o por enojo y desencanto contra el PRI y el PAN.

-Oiga profesora, pero el Peje tiene muchos defectos y alucines.

-Los otros competidores también y todos andan como el comal y la olla de la canción de Crí Crí.

-La neta es que no hay ni a quien irle entonces teacher.

-Así parecería pero ni modo, de todos modos no hay que desperdiciar el voto de ninguna manera, para que no nos cuenten después ni nos reclamen.

-¿Por eso dicen que los pueblos tienen los gobiernos que merecen?

-Pues estamos como estamos, porque somos como somos.

-Aaarajo maestra, hablan mucho sobre Meade que si continúa o se sale de la jugada, ¿pero y si algo le sucediera a López Obrador?, ¿para eso ya está de nuevo en México su jefe Marcelo Ebrard Casaubón?

-¡Shhh… cábrense cayones!, no alboroten las aguas puercas.