RAUL SUAREZ MARTINEZ
En Guerrero parecen vislumbrarse dos realidades –o cuando menos la dirección de MORENA y los poderes facticos que se están creando en el seno y alrededor de ese partido así lo visualizan—: por un lado dicen atacar los vicios y las prácticas viciadas de las tribus perredistas y las decisiones centralistas y antidemocráticas del PRI, pero en realidad no combaten nada de lo que dicen, sino que reproducen hasta el cansancio lo mismo que dicen atacar, de otra manera no se explica cómo en Tierra Caliente puede llevar de candidata a diputada a Silvia Rivera Carbajal, diputada federal por el PRI con licencia, que en realidad lleva casi tres años de licencia pues no ha servido para nada a los calentanos; su presencia en la Cámara federal sólo sirvió para avalar las nefastas reformas estructurales de Peña Nieto. Por eso no se explica el cómo MORENA hoy la postula como candidata en el distrito 18 local.
El mismo caso es para varias candidaturas a presidentes municipales donde van como candidatos personas que en algunos casos no acudieron en tiempo y forma a registrar su aspiración, mientras quienes acudieron a realizar su registro no fueron tomados en cuenta.
MORENA muy rápido está pervirtiendo el halo que lo mantenía en la mente de la gente, de ser un partido completamente diferente a los existentes.
Otro ejemplo muy ilustrativo es el del octavo distrito federal; ahí, Oscar Chávez Rendón, líder natural de Costa Chica, ha demostrado con creces su trabajo político, sin embargo los intereses personales y de grupo internos de MORENA no han permitido hasta este momento entregarle la candidatura a Oscar, lo cual está poniendo en riesgo el triunfo en ese distrito y el posible desencanto de la militancia que esperanzada se ha trasladado hacia la opción lopezobradorista. Rubén Cayetano debería de hacer gala de humildad y de congruencia política y hacerse a un lado. No siempre es asumir una derrota, en contrario, contribuir al triunfo que más importa agrandaría su figura política en la región.
Que nadie se llame a engaño: quienes a pesar de recibir agravios de la dirección de MORENA, sobre todo en Guerrero, mantenemos nuestra lealtad al proyecto principal de esta lucha, votaremos por López Obrador para ayudar a que ganemos la Presidencia de la República con el más amplio voto popular, no podemos responder por igual del resto de las posiciones, hay un descontento fuerte, no provocado por tal o cual líder. No por el hecho de ser o no candidato, este descontento tiene su origen en las equivocadas decisiones que se han venido tomando en Guerrero.
MORENA todavía tiene tiempo de recapacitar en varias postulaciones. Se puede hacer si hay visión y voluntad política, no se trata de darle gusto a una u otra persona, se trata de fortalecer el proyecto democratizador de México. Si ustedes en calidad de dirigentes creen por los actuales resultados de las encuestas que López Obrador es ya presidente, en realidad no conocen al PRI, al PAN y sus rémoras; como en el Estado de México, es posible que no tengan el leal apoyo popular, pero tienen la fuerza del Estado, incluyendo todos sus recursos económicos y los poderes facticos que han pactado con ellos para mantener el status quo, porque les conviene a sus intereses.
No hemos ganado nada. No sean ustedes, dirigentes de MORENA, parte de los obstáculos de López Obrador y la Esperanza de México.