* El dirigente de organización campesina advirtió que más de la mitad de la goma base para fabricar heroína que se exporta desde México al mercado de Estados Unidos, sale de Guerrero
Rosario García
Evencio Romero Sotelo, dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado de Guerrero, consideró necesario que parte de los 16 mil millones de pesos que el gobierno federal destina a través de delegaciones de diversas dependencias, al campo y zonas indígenas de la entidad, se apliquen en estrategias para diversificar la producción agrícolas en las cerca de 50 mil hectáreas que hoy se siembran de enervantes.
La propuesta se encuentra dentro del Plan de Desarrollo Rural Integral, enfocado a prevenir y contener la inseguridad en el estado. “Y es que la inseguridad pasa por el campo”, aseguró el líder campesino, quien explicó que las organizaciones sociales están preocupados porque el 52 por ciento de la amapola que se produce en México y se vende en Estados Unidos “sale de la sierra y la Montaña de Guerrero”, cifra que coloca a la entidad en el primer lugar de producción de enervantes.
Además, Romero Sotelo señaló que “eso genera confrontaciones entre grupos delincuenciales” que se dedican al tráfico de enervantes.
Refirió que la siembra de la amapola en la sierra de Guerrero inició desde hace 65 años, “la primera semilla de amapola vino de Sinaloa, porque no se daban abasto allá para surtir al Ejército norteamericano en las diferentes guerras que tenía ese país”.
Mencionó que la droga que se elabora con la amapola “se llama heroína porque precisamente se la inyectaban a los soldados norteamericanos y se sentían héroes”, y agregó que durante mucho tiempo fue común que llegaran grupos de norteamericanos a comprar la amapola a las localidades de la sierra de la Costa Grande y Tierra Caliente.
Recordó que posteriormente se fue incrementando la cantidad de enervantes para consumo interno, y Guerrero dejó de ser solo un espacio de producción, para convertirse en consumidor de drogas, y se empezaron a formar grupos de venta, lo que generó los problemas de inseguridad que hoy han crecido exponencialmente.
El ex diputado local compartió a este medio que el precio del kilo de “goma” bajó de 20 mil pesos a 8 mil pesos, y “eso va a provocar una crisis y por supuesto una situación de inseguridad más grave” en las zonas donde se cultiva la amapola.
Lamentó que esa crisis vaya a afectar a unos 145 mil habitantes de los 60 municipios donde se siembran enervantes en más de 50 mil hectáreas.
Por eso urgió que se elabore un plan integral de atención a ese sector de la población con una oferta alternativa de cultivos “para ir quitándole al productor la cultura de cultivos ilícitos y que ahora siembre pera, manzana y además tenemos la mejor producción de aguacate en la sierra, pero cómo lo bajan, los caminos están inservibles”.
Romero Sotelo planteó que de los 16 mil millones de pesos que la federación destina a Guerrero a través de las delegaciones de la SEP, SCT, SAGARPA, Salud, CDI, Sedatu y SEDESOL, una parte sea para la atención de la sierra y la Montaña, “y que no salgan con que las reglas de operación no se los permite, porque se trata de un asunto de seguridad nacional, no de burocratizar los recursos”.
Dijo que así “se le pueda ir cambiando el chip al campesino y decirle: dedícate a reforestar, a sembrar árboles frutales y deja los cultivos ilícitos”.
Confió en que ese plan integral de atención al campo se haga realidad, para eficientar la aplicación de los recursos federales en las regiones de la Sierra y la Montaña, porque “no se vale que el gobierno del estado solo cuenta con 400 millones de pesos para el campo guerrerense, y Sagarpa cuenta con 2 mil millones de pesos y vale la pura fregada, porque lo único que hacen en Sagarpa es administrar la corrupción”.