El internet de ahora 

Segunda parte

SADYHEL ASTUDILLO

Aprovecho este espacio para enviar una sincera felicitación a Lic. Karla Sotomayor Maciel, que esta semana cumplió años. Muchas felicidades, cuñada.

La semana pasada se escribió acerca de la facilidad con la que se puede volver viral un video o información falsa (“fake news”) en internet y como puede repercutir en la vida de terceros, los cuales “sin deberla ni temerla” terminan pagando los platos rotos de dichas noticias. Hoy se continuará escribiendo acerca de las contrariedades del internet.
Así como es fácil que una noticia (real o no) se vuelva viral, también es relativamente sencillo que personas que no son figuras públicas ni pertenecen a la farándula puedan también de la noche a la mañana volverse tendencia en internet.
Como se ha mencionado anteriormente, los famosos lords y ladys son claros ejemplos de personas que, al ser grabados o fotografiados en el peor de sus momentos pasan a la fama de muy mala manera; sin embargo, también existen casos que son totalmente opuestos, videos o fotografías de personas realizando acciones nobles que los vuelven ejemplos a seguir.
Personas salvando animales en situación de calle, apoyando a gente de escasos recursos, siendo participes de manifestaciones o propuestas por simple apoyo (lejos de recibir un beneficio), etc. Estas personas se convierten noticia global en pocos minutos y son vistos como buenos ejemplos; en muchos casos se vuelven el centro de atención de algunas personas o medios de comunicación y comienzan a adquirir fama y seguidores.
En el mejor de los ejemplos, estas personas siempre han sido de un actuar noble y desinteresado pero, puede darse el caso de que simplemente hayan actuado de esa forma al saber que estaban frente a las cámaras y que, detrás de ellas son totalmente diferentes, en pocas palabras hipócritas. Ahora toca preguntarse ¿Dónde he visto algo parecido?
La respuesta es que todos los días lo vemos, la televisión nos bombardea con figuras públicas que ante la cámara son las mejores personas que pueden existir pero que, cuando se vuelven anónimos, cuando son uno más con la sociedad sale a relucir su verdadera personalidad. Ejemplos hay muchos y varios de ellos han sido noticia, no se mencionaran nombres para no desprestigiar, pero estoy seguro de que cada lector conoce mínimo un caso como el que se menciona, gente que nos venden como el alma más caritativa y noble, pero que esa apariencia solo les dura el tiempo que están siendo grabados.
Tengamos presente que, independientemente de cuantos “likes” y seguidores adquiera una persona diariamente o que, en los medios de comunicación solamente los llenen de flores, a final de cuentas son –justo como nosotros- solo seres humanos y como tales no están exentos de equivocarse, molestarse, divertirse y expresarse. Lo malo ocurre cuando queremos vender una imagen de lo que realmente no somos y esta es aceptada o comprada; cuando la verdad sale a relucir (que siempre lo hace) se pierde la credibilidad y con ello la confianza de las personas, en el mejor de los casos solo eso ocurre, en el peor cuando se pierde la fama se cae en negación, vicios e incluso suicidios, tanto del famoso como de sus seguidores.
Entonces, estimados lectores esta es una invitación a no caer en la idolatría de figuras públicas o que estén en tendencia debido a alguna causa menor, quizá solo fue suerte de ser visto en un momento oportuno o quizá todo fue actuado.
Nadie sabe cómo son las personas detrás de la pantalla y por ello debemos siempre pensar con cabeza fría en quien creer, para no terminar defraudados y que el tiempo y las acciones frente a nosotros nos diga en quien podemos confiar.

letrasadyhel@outlook.com