Juan José Romero
Ante las amenazas que grupos del crimen organizado se envían vía redes sociales, y mantas que aparecen en diversos puntos de municipios aledaños a la capital, el dirigente de la Coparmex Chilpancingo, Adrián Alarcón Ríos, pidió a los grupos delincuenciales que respeten a los ciudadanos que no tienen nada que ver con sus actividades.
“Les pedimos como sociedad civil que respeten a los ciudadanos, nos cuesta mucho trabajo llevar el pan de cada día a nuestros hogares, si ellos se dedican a lo que hacen es muy su conciencia y parte de las autoridades federales”, expuso.
Comentó que así como estos grupos se envían mensajes de su rivalidad a través de redes sociales o mantas, en medio está la ciudadanía que nada tiene que ver con ese tipo de actividades que realizan, de ahí la petición de que “no toquen a la población”.
Se dijo preocupado por la percepción de inseguridad que se tiene de la capital, que a nivel nacional se ubica en el segundo lugar, seguida de Reynosa en el estado de Tamaulipas, por lo que insistió que debe existir más labor de inteligencia de parte de las autoridades federales.
“Nosotros no les podemos decir nada porque no somos autoridad, simplemente una organización social, empresarial que les pide que no nos toquen a los ciudadanos porque podemos reaccionar también, dentro de nuestro miedo, no estamos atados de manos”, advirtió.
Recordó que durante toda la historia ha habido delincuencia y grupos criminales, pero había “un código no escrito”, por el cual los grupos delictivos respetaban las vidas de niños, mujeres y adultos mayores, “ahora ya no respetan nada, ni a nadie”, indicó.
Recordó el caso reciente de la nutrióloga que apareció muerta en un negocio en la ciudad de Taxco, presuntamente asesinada por su ex pareja, quien además cocinó su cuerpo.
“Es momento de que ellos reflexionen, seres humanos, deben tentarse el corazón para que no agredan a los niños, a las familias, nos cuesta mucho trabajo, más en estos tiempos llevar el sustento a nuestros hogares y que actuamos dentro de la ley”, enfatizó.
Alarcón Ríos consideró que no hay nada que dialogar con estos grupos criminales como lo propone el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel; “es muy difícil llegar a un diálogo, más allá que nos podemos volver cómplices”, apuntó.
Consideró que es momento de que se ensayen nuevas estrategias de seguridad por parte de las autoridades federales, en las que se haga partícipe a la ciudadanía y organizaciones en estos temas, “porque cuando lo hace solo la autoridad, ahí están los resultados”.
Dijo que de antemano y ante la situación de inseguridad que se vive en la capital, varios de sus miembros se han armado, y pudieran utilizar estos medios para reaccionar en caso necesario.
“Es algo que no promovemos nosotros pero que lo han venido haciendo, la gente en sus hogares ya empieza a tener armas, en sus vehículos, en sus negocios, es un hartazgo, por eso decimos, no tenemos palabras para decirles a los criminales que no se metan con la gente del buen vivir…están hartándonos, están cansándonos y todo tiene un límite”, finalizó. (Notymás)