* Efrén Leyva: mi trabajo es con Peña Nieto
* “No quiero ser nada”, se descarta excónsul
* Videgaray “es peor” que Córdoba Montoya

Jorge VALDEZ REYCEN

¿Cuánto pudo durar una conversación? A lo sumo 10 minutos.
Efrén Leyva Acevedo, de barba crecida entracana, admitió –de entrada— que su retorno a Chilpancingo es “como cuando los viejos toros buscan la querencia de las tablas”. Confesó que el amor lo embarga y hace sentir más joven, con su nueva novia. De política, habló de todo: se descartó para todo. “No quiero ser nada… ¡Ni gobernador!”, atajó entre carcajadas.
Eran temas políticos, actuales y añejos, anécdotas, vivencias, saludos entre cuates: David Augusto Sotelo Rosas, José Villanueva Manzanarez y Pedro Julio Valdez Vilchis. Recordaron anécdotas de diputados federales que encendían el Diario de los Debates por “alusiones personales” y uno a otro, Efrén y David, se enfrascaban en una retahíla de adjetivos y sustantivos que hacían divertido el debate parlamentario en San Lázaro.
Efrén Leyva Acevedo, excónsul en Orlando, Florida, y Albuquerque, Nuevo México, hasta hace unos meses que retornó Luis Videgaray Caso a la SER, en lugar de Claudia Ruiz Massieu, dice que ahora trabaja directamente en Presidencia de la República. “A Guerrero no regreso a trabajar”, aseguró terminantemente.
–¿Secretaría en puerta? –Noooo. Para nada. Ya fui todo: secretario de Gobierno, presidente municipal, diputado… No quiero ni ser gobernador!!
Carcajadas y sonrisas. Una entrevista con testigos de peso, que atentos veían expresiones divertidas del chilpancingueño que apenas cumplió años y lo celebró en su rancho.
David era el más divertido de esa conversación espontánea, cálida, improvisada y vertiginosa. Nos subimos a un tobogán de vivencias, recuerdos y nostálgicos momentos del ejercicio del poder al que tuvieron acceso tres colaboradores de José Francisco Ruiz Massieu, cuando fue gobernador de Guerrero (1987-1993).
Efrén estaba en su elemento, otra vez, en su tierra y transpirando política a su particular modo.
Preguntas directas, a vote-pronto: –¿Videgaray te corrió?… ¿Es el Joseph Marie Córdoba Montoya del sexenio salinista?
–Es un hijo de la chingada perverso y maníaco. Pero como estoy en la Presidencia me la pela… jajajajajaja. Allá no mete su cuchara. Todos le celebran.
–Ya pórtate bien –le recomienda al reportero.
Dice que hace unos días lo entrevistó Igor Petit y no lo atacó. “Se portó muy bien en la hora y media de entrevista”.
Muchas veces no se necesita tanto tiempo para decir lo sustantivo de una conversación, a vuelo de saludo.
David Sotelo era un espectador divertido. Pepe Villanueva callado. Pedro recordó aquella anécdota inolvidable de Juan Caballero Aburto, director del “Diario del Pacífico”, reclamándole a su hermano el gobernador Raúl Caballero Aburto la designación de un tal Gudiño como Director de Hacienda de su gobierno.
–¿Cómo lo nombraste, Raúl? ¡Es un corrupto, un ratero!
–¿Te consta? –le increpó el gobernador a su hermano, delante del también periodista Reemberto Valdez Ortega. Y don Juan le espetó con dos palabras que lo dejaron atónito y boquiabierto:
–¡Robamos juntos!
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.