* Visita de Meade exhibe a Figueroa junior

Jesús Lépez

Rubén Figueroa Smutny apostó a la visita de José Antonio Meade a Guerrero, y perdió.
El cachorro del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, y aliado confeso del perredista Evodio Velázquez Aguirre, peleó con todo para que la reunión del precandidato presidencial de la coalición Todos por México con militantes del Partido Nueva Alianza de la IV Circunscripción fuera en Acapulco.
Anotado ya como precandidato por ese partido a la alcaldía porteña, el nacido en Huitzuco (pegadito al estado de Morelos), prometió 10 mil asistentes al evento que pensó utilizar como trampolín para amarrar una diputación plurinominal.
No logró reunir ni a 500 personas en el Centro Internacional Acapulco, ni contando a los que vinieron de la Ciudad de México, Morelos, Tlaxcala y Puebla, por lo que no quedó nada bien con Meade ni con la dirigencia nacional del Panal.
Lo peor es que exhibió la pobreza de capital político con la que aspira a lograr un cargo público, y que no sirvió ni para arropar al precandidato presidencial ni en las redes sociales, donde los seguidores de Andrés Manuel López Obrador fueron los más atentos a la transmisión en vivo que hizo Nueva Alianza, y le dijeron a Meade todas las ofensas que quisieron sin que nadie lo defendiera.
Si Rubén Figueroa junior no estuviera peleado con todo el mundo, probablemente hubiera tenido apoyo de operadores del PRI, aliado del Panal, para quienes no ha sido difícil realizar eventos masivos en ese mismo lugar.
Pero el hubiera no existe, y como dicen en la costa de Guerrero: lo dejaron matarse solo, y se fue de bruces.
*Cubo de hielo*
El que en medio de asesinatos, asaltos, basura, oscuridad pública en todos los sentidos y calles llenas de baches pidió unos días de asueto, es Evodio Velázquez Aguirre.
Pero no crea que lo hizo para reflexionar sobre su pésimo papel como presidente municipal o para pensar cómo solucionar los graves problemas de Acapulco.
Entrevistado en Chilpancingo, Evodio dijo que necesita tener “la cabeza fría” para pensar sobre su reelección.
Es algo que se antoja raro porque si algo ha caracterizado al presidente municipal es la frialdad con la que ve temas como la imparable ola de asesinatos en su municipio, y además porque desde que asumió el cargo en octubre de 2015 se la ha pasado prácticamente de vacaciones en la Ciudad de México, Colombia, Estados Unidos y hasta en Europa.
Y qué decir de sus paseos en un lujoso yate por la bahía de Acapulco y de la férrea defensa que hace a su derecho al recreo.
En Acapulco se le conoce como el alcalde viajero… ¡Y quiere más descanso!
jalepezochoa@gmail.com