Amanece Chilpancingo con dos presidentes municipales, Marco Leyva y Jesús Tejeda.—¿Corresponde al Legislativo determinar quién queda al frente del Ayuntamiento?
Enrique Vargas
Este lunes el Ayuntamiento de Chilpancingo amaneció con dos presidentes municipales, el actual, Jesús Tejeda Vargas, designado por el Congreso del Estado para sustituir a Marco Antonio Leyva Mena, quien presentó una solicitud para retirarse del cargo “por tiempo indefinido”, luego de los problemas que se presentaron en la ciudad por la basura que se acumuló y que no fue levantada a tiempo.
Leyva Mena anunció este lunes, en una conferencia de prensa matutina que había entregado a la Legislatura actual su aviso de que daba por terminada su licencia y se presentaba a reanudar su gestión como alcalde electo en los comicios de 2015, que ganó frente a un contendiente del PRD.
Esta situación provocó confusión dentro y fuera del ayuntamiento, ya que Marco Leyva se presentó en la oficina municipal y ocupó el sillón del alcalde, incluso en presencia del primer edil en funciones, quien, aunque mostró extrañeza y sorpresa, dijo que no se opondría a ser sustituido si se trataba de un trámite legal.
Leyva Mena, por su parte, estuvo un tiempo en esa oficina y luego se retiró aunque mantenía su posición de que la ley le asiste para regresar a la titularidad del gobierno municipal.
Es necesario que los actores políticos y los integrantes del Poder Legislativo decidan cuál es la posición que debe adoptarse de acuerdo con la ley.
Jesús Tejeda, quien fue electo como presidente municipal suplente, arribó al cargo en cuanto fue aprobada la solicitud de licencia, “por tiempo indefinido”, de Marco Leyva, por lo que debe analizarse si la expresión que usó el alcalde electo para separarse del cargo le permite ahora regresar luego de dar aviso a la Legislatura que autorizó su retiro y la sustitución correspondiente.
Si la solicitud de licencia para retirarse de la alcaldía contiene la expresión “por tiempo indefinido”, eso señala que no establece un determinado plazo para mantenerse fuera de esa responsabilidad, ya que el tiempo indefinido le permitiría regresar en el momento en que lo considerase pertinente.
No hay una disposición legal que indique que ese “tiempo indefinido”, represente, como algunos quisieron interpretar desde la legislatura, que era por el tiempo que restaba del trienio para el que fue electo Leyva Mena, porque sería una interpretación que no corresponde ni con el término lingüístico ni con la ley en la materia.
AL ACEPTAR LA COMISIÓN DE PUNTOS Constitucionales la licencia “indefinida”, suspendió el trámite que había iniciado para someter a juicio político al alcalde que se buscaba retirar del cargo y que habría llegado hasta la posible “revocación del mandato”, de modo que si Leyva insiste en retornar al puesto, lo más seguro es que el procedimiento que se había iniciado en su contra se reactive y se busque dejarlo fuera del cargo de manera definitiva, aunque eso implica un proceso que requiere de tiempo y de trámites de los cuales pueda defenderse el alcalde al que se trata de retirar de la posición que ocupa, de modo que no se trata de un trámite expedito que pueda resolverse en unas cuentas semanas, sino que tendría que ser escuchado en audiencia y recibir las pruebas a favor que decidiera presentar y eso representa no sólo semanas sino meses de trámites y jaloneo en uno y otro sentido.
Pero bueno entre este lunes de sorpresas y el martes que debe darse de definiciones, la situación debe aclararse, para que además el trabajo del ayuntamiento no se frene ni se detenga, sino que continúe su marcha, porque nunca es conveniente que haya ausencia de poder o de administración, porque eso sólo provoca daños.
AYER EN LA TARDE, el asunto entró en una especie de indefinición, porque no se sabe a quién le corresponde determinar cuál de los dos alcaldes debe continuar con el trabajo, pero lo conveniente, lo correcto, para bien de la ley, será que se aplique correctamente, pues no hay decretos o señalamiento expreso que puedan colocarse por encima de las Constituciones federal y estatal.
Al retirarse del edificio del ayuntamiento, Marco Leyva comentó con algunos de sus colaboradores que él no está cerrado al diálogo y la negociación para buscar la salida más conveniente para la capital del estado, en el nivel que se determine y de preferencia con testigos federales que registren los acuerdos y la negociación, para que todo lo que se acuerde se cumpla correctamente.
En la declaración que Leyva Mena presentó en la mañana y que se difundió en varios medios de comunicación y en las redes sociales, hizo una invitación al gobernador Héctor Astudillo a seguir con la coordinación y el esfuerzo conjunto en beneficio de Chilpancingo, con respeto a la autonomía municipal y le pide que siga apoyando a la capital, “su tierra y la mía, como lo ha hecho en los últimos tres meses”.
HABRÁ QUE ESPERAR EL DESARROLLO de los acontecimientos y de los trámites legales que correspondan, para darle normalidad y certidumbre a la administración capitalina.
POR LO PRONTO, MIENTRAS hay una determinación legal, Jesús Tejada debe continuar al frente del gobierno capitalino, mientras Marco Leyva busca que se aplique la ley que le permita retornar al puesto que dejó hace 3 meses.
Por lo pronto, los integrantes del Cabildo de Chilpancingo se encontraba reunidos para analizar la situación y determinar su posición, aunque lo que realmente procede es la aplicación de la ley.
Por lo que hace a la actitud de Pioquinto Damián y su consuegro Víctor Manuel Ortega, de que no permitirá el regreso de Marco Leyva, debe verse que han hecho su negocio con el ambulantaje en el centro de la ciudad y eso no se los había permitido Leyva Mena, de modo que sólo buscan proteger su negocio y las ganancias que han incrementado.
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