¿El Guerrero broncudo de siempre?
Felipe Victoria
Este enero no le amaneció muy tranquilo ni sonriente al gobernador Héctor Astudillo Flores, con gobernabilidad aceptable en los polos turísticos, pero con el llano en llamas donde riñen a muerte los cartelitos por el predominio del trasiego de drogas en varias regiones y los enfrentamientos de grupos armados, disfrazados de policías patito malamente toleradas que se disputan a balazos el botín.
Someter al orden y desarmar a las huestes paramilitares clandestinas de la UPOEG, FUSDEG y otras organizaciones, es un tiro que ni las fuerzas armadas del General Salvador Cienfuegos Zepeda y el Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, y el presidente Peña Nieto, se quieren aventar, ni si acaso permiten la entrada en vigor de la discutida Ley de Seguridad Interior, y el artículo 29 constitucional se les borró del mapa para suspender temporalmente garantías en regiones donde urge que pongan en paz a los malandrines declarando estado de excepción.
Hay tragos amargos que deben tomarse a tiempo, antes de que los males crezcan más y Héctor Astudillo merece que lo dejen trabajar en paz, sin acosos ni zancadillas para menearle el piso, como les hicieron a Rubén Figueroa Alcocer y Ángel Aguirre Rivero.
En mi gustado diario Excélsior de Olegario Vázquez Aldir, encontré el Mensaje Directo de FABIOLA GUARNEROS SAAVEDRA, que les transcribo entre comillas:
“Prediccionario”
“Amigo lector, el fin del año pasado la política mexicana nos regaló un episodio inédito: las precampañas con precandidatos únicos. Es algo así como la “preprimaria” o el “preescolar”, que en realidad son escuelas que, por alguna razón, optan por llamarse con un eufemismo. Para una ocasión así, bien vale preparar un prediccionario.
Y es que, como ocurre cada vez que el país se reinventa, nuevas palabras y conceptos se acuñan. ¿Sobrevivirán a la vorágine verbal y discursiva que ya se vive en spots, presentaciones de gabinetazos, convivencias con huicholes, tonaditas pegajosas y mítines a sillazos? Para que no se pierda en este mar de nuevas definiciones (y no pocas indefiniciones), he aquí una guía. O quizá sea mejor decir una “preguía”. No sea que también en materia lingüística quieran acusarnos de actos anticipados.
—Amnistía: posibilidad que, según un candidato, sirve para conseguir la paz, pero que por ahora atiza la guerra… electoral.
—App: software de teléfono inteligente que en teoría sirve para recaudar firmas, pero no para tomarse selfies.
—Austeridad: viajar en avión comercial y no privado.
—Bronco: dícese de un gobernador que ya dejó el Cerro de la Silla para ir por otra Silla.
—Dedazo: encuesta a un solo elector.
—Encuentro Social: partido que tiene como emblema un pescadito, de acuerdo con un cartel de Elena Poniatowska.
—Encuesta: método arcaico para designar candidatos; ya en desuso a escala nacional, pero que todavía tiene vida en la Ciudad de México.
—Fepade: fiscalía de la que se hablaba más cuando no tenía quién la encabezara.
—Firma: especie de voto anticipado en favor de un candidato sin partido, que se hace público para que luego éste pueda competir por el voto secreto del resto de los mexicanos.
—Frente: chile, dulce y manteca, juntos por primera vez.
—Gasolinazo: combustible que atiza el pleito. Sin padre, primo ni hermano.
—Guadalupano: casi casi sinónimo de juarista.
—Independiente: sinónimo de “ex” (expanista, expriista, exgobernador, exMacron mexicano…).
—Margarita: flor que se va deshojando mientras se dice “me quiere, no me quiere… dar su firma”.
—Matraca: rueda de tablas fijas en forma de aspa que al girar producen un ruido y que, según el Partido del Trabajo, todavía sirve para convocar a la participación ciudadana.
—Mid: se escribe distinto, pero así se dice, y te lo vas a encontrar por todo el país.
—Militantes: integrantes de partidos políticos que, en algunos casos, serán obligados a votar por alguien que no milita en el suyo.
—Movimiento (Naranja): na na na na ná.
—Multa: quitarle el pelo a un gato.
—Nueva Alianza: la que hicieron con los mismos aliados de siempre.
—Palomazo: ser la misma banda para cambiar al régimen.
—Pirrurri: véase Señoritingo.
—Precampaña: periodo para hacer promesas a las militancias de los partidos, pero con la intención de que las escuche todo el mundo.
—Precandidato: candidato que aún no se atreve a decir su nombre.
—Rusia: villano favorito de los procesos electorales de todo el mundo.
—Señoritingo: véase Pirrurri.
—Silla: instrumento utilizado para debatir intensamente en Coyoacán.
—Sol: cuerpo estelar que se mueve, rota y se traslada, así como el cambio es inevitable.
—Spot: promocionales de medios electrónicos que en época de precampañas sólo deben ver los militantes de los partidos (el resto de la audiencia debe taparse ojos y oídos).
—Ya-saben-quién: y si ya saben, ¿para qué se hacen?
DM
El próximo miércoles se cumplen diez años de la muerte del sabio mexicano Andrés Henestrosa. Como lo he refrendado en muchas ocasiones, el ser oaxaqueña por derecho de sangre me hace sentir orgullosa del legado del escritor oriundo del Istmo. Reivindicador de la cultura zapoteca, vivió 101 años, en los que construyó una obra que igual incursionó en el relato literario y la reflexión periodística. Entender nuestra cultura sería imposible sin su fecunda pluma. Cuánta falta nos ha hecho esta década”