* Acompañada de sus dos nietos, la señora Elsa García, damnificada por ‘Ingrid’ y ‘Manuel’, acudió a palacio de gobierno, donde fue atendida de mala gana por empleados que festejaban la navidad

Jesús Saavedra

Desesperada, una señora que resultó damnificada durante las lluvias provocadas por ‘Ingrid’ y ‘Manuel’ en Acapulco, suplicó que la atiendan en las oficinas de la Secretaría Particular del gobernador Héctor Astudillo Flores, y se quejó al borde del llanto porque “sólo me traen dando vueltas y no me dan ni una respuesta”.
La señora Elsa García Guerrero acudió este jueves a palacio de gobierno acompañada de sus dos nietos con los que vive y mantiene, luego que su hijo (padre de los menores) falleció hace algunos meses como consecuencia de una enfermedad.
Ahí, afuera de la oficina del secretario particular del gobernador, esperó a que la atendieran dos personas. La primera de mala gana le ofrecía dinero, y como no lo quiso recibir, se metió a su oficina mientras le decía: “tengo cosas que hacer”.
La segunda salió al observar a varios reporteros que se percataron de la presencia de la señora –quien lloraba al no ser atendida por nadie— y le dijo que revisarían su folio que le dieron de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu).
Adentro, en las oficinas de esa zona de palacio de gobierno se desarrollaba un festejo de despedida de año, donde hubo rifas de regalos.
Doña Elsa García informó que vivía en la colonia 20 de Noviembre y con las tormentas ‘Ingrid’ y ‘Manuel’ su casa se derrumbó, “perdí todo y desde esa fecha he dado incontables vueltas para que me atiendan, pero no me hacen caso en ningún lado”.
Dijo que en Acapulco ya tuvo un encuentro informal con el gobernador, a quien le entregó un oficio y le pidieron que le diera seguimiento en palacio de gobierno, pero “hoy vine y me volvieron a decir que no hay nada, ya no puedo seguir así”, lamentó.
Abundó que desde hace cuatro años ha tenido que pagar renta, “sobrevivimos de milagro con mis nietos, mi hijo murió y me ayudaba a la manutención de la casa, ahora tengo que lavar y planchar ajeno para sobrevivir”, declaró.
Doña Elsa García dijo que espera recibir la atención de las autoridades, y señaló que “sé que hay más damnificados, pero que me volteen a ver tantito, porque venimos sin comer y para regresarnos tengo que vender unas pulseras y eso de andar dando vueltas sin que nos resuelvan es desesperante”, concluyó.