* Salvador Rangel, responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, reveló que el Cártel del Sur desplazó en estos días al grupo que encabeza ‘El Teniente’, en comunidades de la Sierra de Leonardo Bravo

* Advirtió que si siguen los operativos del Ejército para erradicar la amapola en la sierra, “van a prender más” la violencia en la región

Alondra García

El líder del Cártel del Sur, Isaac Navarrete Celis, asumió el control de las comunidades de Izotepec y Polixtepec, ubicadas en la sierra del municipio de Leonardo Bravo.
Así lo reveló el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa y administrador apostólico de Ciudad Altamirano, Salvador Rangel Mendoza, quien mantiene comunicación permanente con los párrocos de las comunidades serranas.
En entrevista con El Sol de Chilpancingo el prelado dijo que los enfrentamientos armados registrados durante los últimos tres días en esas comunidades serranas se debieron a que Navarrete Celis, desplazó al grupo delictivo de Juan Castillo Gómez, alias ‘El Teniente’, y tomó el control en esos pueblos.
El obispo Salvador Rangel informó que los enfrentamientos armados continuaban ayer en Izotepec, lo que le fue confirmado por el párroco de la zona.
“Yo le avisé al gobierno y me dijeron que no sabían. Esta mañana me acaba de comunicar el párroco de allá que el señor Isaac (Navarrete Celis) acaba de tomar Izotepec”, reveló el prelado
Explicó que la confrontación entre El Teniente e Isaac Navarrete Celis (también conocido como El señor de la I) “es antiguo”, y señaló que “yo en lo que no estoy de acuerdo es que hagan sufrir a la población”, reprochó.
Reveló que “hace tres meses, en pleno periodo de lluvias, ‘El Teniente’ tomó Pueblo Viejo, que lo tenía controlado Isaac, y entonces la gente tuvo que salir en la noche, caminando por la sierra y nadie les tendió la mano, ni los políticos”.
Además del éxodo de los pueblos, señaló que “en Filo de Caballos están deteniendo a la gente, incluso robándoles las pertenencias”.
Y precisó: “ahorita nadie puede pasar por Filo de Caballos, también la cosa está muy candente en ese lugar”.

Federación, culpable de la violencia

El obispo Salvador Rangel Mendoza responsabilizó el gobierno federal de la escalada de violencia que enfrenta la sierra de Guerrero, porque los operativos para erradicar la amapola en la sierra “van a prender más” la violencia en la región.
“La amapola es casi el único medio que tiene la gente para subsistir allá arriba en la sierra y si el gobierno se las quita, entonces tiene que darles algo más”, sentenció el prelado.
De acuerdo con Rangel Mendoza, la escalada de violencia en la sierra “empezó desde la Semana Santa, cuando el Ejército empezó a subir a quemar la amapola”.
“Entonces se escaseó la goma de opio y empezaron las guerrillas (entre los grupos delictivos)”, explicó.
Por ello, advirtió que el Ejército “va a prender más el asunto, va a echarle leña al fuego” con las nuevas incursiones en la sierra para erradicar los plantíos de amapola, ya que en estos meses es cuando se cosecha la goma de opio.
Rangel Mendoza aclaró que no está justificando la siembra de enervantes, sino que está defendiendo el único sustento que tiene la población de la sierra.
“Cuando les fumigan y les destruyen la amapola van creando más pobreza, van concentrando más desequilibrio entre los grupos allá arriba. Si les quitan la amapola, hay que darles otra cosa. Yo no sé de dónde vendrá la solución. Yo diría que el Ejército no provoque a estas gentes, que en vez de quitarles la amapola les lleven un auxilio de algo, que les lleven otra opción, ese es mi punto de vista”, expuso.
Asimismo, advirtió que mientras continúe la estrategia de erradicación de cultivos ilícitos, se mantendrán “los pleitos entre distintos grupos de narcotraficantes, peleándose la poca goma de opio que quede”.

Ya se reunió con “El Señor de la I”

El obispo Rangel Mendoza reveló que hace tres meses se reunió con “El Señor de la I”. “Fui a ver a Isaac hace unos tres meses porque no podían entrar los sacerdotes en aquel rumbo de Campo Morado, de Pueblo Viejo, no los dejaban pasar, incluso a los maestros, no hubo clausura de escuelas en aquellos lugares, lo hicieron de una manera simbólica. Yo lo que le pedí es que dejara pasar a los sacerdotes”, comentó en una extensa entrevista con El Sol de Chilpancingo.
Detalló que los sacerdotes están apoyando con su presencia a los pobladores de la sierra.
“En concreto, tanto en la parroquia de Yextla, la parroquia de Filo de Caballos y la parroquia de Tlacotepec, como la parroquia de Durazno del Rosario es simplemente ofrecerle los sacramentos a toda aquella gente y la presencia de los sacerdotes”, explicó.
Asimismo, indicó que los curas están apoyando a los desplazados por la violencia, ya que las autoridades les dieron la espalda.
“Cuando estuvieron saliendo desplazados en Pueblo Viejo, lo que hicieron los párrocos de Yextla fue recibirlos con café, comida y cobijas, porque estaban escapando en la noche. Yo incluso le pedí a ciertos políticos una ayuda y desgraciadamente me dijeron que no se podían meter allá, que era muy peligroso, que cuando llegaran a Chilpancingo les iban a ayudar”, comentó el prelado.
El obispo lamentó que ninguna autoridad “se hace responsable de los desplazados”, e incluso advirtió que la causa del desdén gubernamental pudiera ser que “cada uno de los grupos delictivos tiene un padrino político”.
Relató que recientemente fue invitado por los habitantes de Pandoloma, en la sierra de San Miguel Totolapan, para consagrar una iglesia, donde los pobladores le pidieron al gobierno del estado que apoyará con el helicóptero para trasladar al obispo, ya que la zona es de difícil acceso.
Sin embargo, el gobierno estatal negó el apoyo y además me negó el permiso de vuelo a un helicóptero que fue rentado por un político a petición del pueblo.
“Uno va aunque sea a consolar a esa gente, uno va a llevarles los sacramentos y es cuando encuentra uno la negativa, le cierran la puerta las instituciones. ¡Yo no sé para quien están trabajando!”, reprochó Rangel Mendoza.