Segunda parte
SADYHEL ASTUDILLO
La semana pasada comentamos brevemente en este espacio acerca de la película COCO y como esta fue trabajada por un equipo en su mayoría extranjero, no obstante ello, logró llevarse las palmas a pesar de cosechar su éxito “con sombrero ajeno”. Este comentario es sin el afán de desmerecer el trabajo realizado, de hecho la película fue bien adaptada y trabajada por parte de sus productores y por consiguiente, gracias a su esfuerzo, bien recibida por el público mexicano. Tanto así que –dato curioso- hoy es la película animada proyectada en México más exitosa de la historia y eso es algo realmente notable.
En esta ocasión no se escribirá sobre la película en general, si no que se tocaran unos puntos de ella que son importantes rescatar. Como ya se mencionó la semana anterior el equipo creativo detrás de la película estudió y respetó bastante las tradiciones, costumbres y folclor en general del México actual, tanto es así que es fácil sentirse identificado con uno o más personajes y situaciones de la película, aspectos que llaman bastante la atención.
La abuelita manda. Durante el filme, la abuela del protagonista es quien toma las decisiones importantes de todas las –varias- personas que componen la familia, de hecho, de ella se podría decir que lleva las riendas del hogar. Situación que realmente ocurre hoy en día en diferentes zonas del país, pero esto no quiere decir que eso sea algo realmente bueno o malo.
Las tradiciones se respetan. Toda la familia protagonista son zapateras, el joven protagonista no desea dedicarse a ese oficio que a estado en su familia por generaciones y prefiere dedicarse a la música, cosa que a nadie le cae en gracia, mucho menos a la abuela. Por consiguiente, se esfuerzan en involucrar al joven en el negocio familiar y a alejarlo de las melodías. Este punto es importante recalcar.
A partir de aquí me “salgo” de la película para hablar de México en general:
¿Cuántos casos así, no conoce usted estimado lector? Jóvenes que desean estudiar algo que los adultos demeritan con un: “te vas a morir de hambre”. Varias son las profesiones que hoy en día son vistas con malos ojos por lo adultos los cuales, buscando lo mejor para sus hijos, los aconsejan u orillan a estudiar algo “con más futuro” o que le asegure un bienestar al estudiante. Pero como dirían las que mandan, es decir las abuelitas, nada en esta vida es seguro excepto la muerte.
Vaya pues, que en México se sigue juzgando al libro por la portada o por los rumores de alguien que quizá ni si quiera lo ha leído. Así como existen historias de éxitos de médicos y abogados, también las hay de músicos y artistas, de igual forma tenemos historias de fracasos por parte de todas y cada una de las carreras que este país oferta.
Entonces ¿Qué camino tomar? ¿El que ofrece la familia? ¿El que estudió algún conocido exitoso de la familia? Ninguno de los anteriores, si no el que te apasione –como en el caso de la película- y es que si algo no se debe de hacer con el futuro es condicionarlo ni mucho menos dejar a su suerte o al “hay se verá”, caso que tristemente pasa más a menudo de lo que creemos cada año en las universidades.
Entonces pues, siéntense a pensar que es lo que quieren hacer con la mayor parte de su tiempo y enfoquen sus pies hacia ese camino, no importa si ya están en la carrera, si están en secundaria o si ya están por jubilarse, nunca es tarde para empezar y muchos menos si es algo que uno siempre quiso hacer. Y si está en contra de lo que quiere nuestra familia… pues ni modo, siempre abra tiempo para reconciliaciones y explicaciones, lo que a veces no hay son segundas oportunidades.
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