* Hombres armados interceptaron, bajaron violentamente al chofer de la unidad 05 y tras golpearlo a cacha de pistola, incendiaron el vehículo
José Molina
Un grupo de hombres armados interceptó al conductor de una urvan de la ruta Pueblo Viejo-Chilpancingo, lo bajaron, lo golpearon e incendiaron la unidad durante la tarde de este domingo en la colonia Benito Juárez de esta capital.
El nombre del conductor no fue revelado por cuestiones de seguridad, pero es de aproximadamente 60 años de edad y tenía heridas en la cabeza y el rostro, debido a que fue golpeado con la cacha de una pistola.
Los hechos se registraron minutos después de las 16:00 horas sobre la calle 13 de Septiembre de ese asentamiento, a un costado de la colonia Morelos y cerca del mercado “Benito Juárez”.
De acuerdo con reportes policíacos, el chofer apenas había salido con la unidad de un autolavado, siendo interceptado por los sujetos armados, quienes lo bajaron por la fuerza y lo golpearon, posteriormente quemaron la urvan para después darse a la fuga con rumbo desconocido.
Vecinos del lugar al ver al conductor herido por los golpes lo auxiliaron y llamaron a una ambulancia que llegó al lugar junto con paramédicos de la Cruz Roja para atender a la víctima.
Al ver el fuego, los vecinos decidieron apagarlo con agua de sus viviendas, quienes con sus cubetas lograron sofocar el siniestro.
La unidad Nissan, Urvan, de color blanco con franjas verdes cafés y azules, marcada con el número económico 5 y placas de circulación 64-89-FMC del Servicio Público y de la ruta Pueblo Viejo-Chilpancingo, fue consumida totalmente por el fuego.
Al lugar acudieron elementos de la Policía Estatal y efectivos del Ejército, quienes acordonaron la zona para que las autoridades correspondientes acudieran a realizar las investigaciones de ley.
Cabe señalar que hace aproximadamente dos meses, en el poblado de Pueblo Viejo, municipio de Heliodoro Castillo, se registró un enfrentamiento entre dos grupos antagónicos que duró un poco más de tres días, arrojando el saldo de varios muertos, armas y camionetas decomisadas.
Este hecho de violencia provocó que habitantes del pueblo se desplazaran hacia otros poblados o incluso a la capital y que el servicio del transporte público se suspendiera por varios días hasta que el Ejército Mexicano tomó el control de la seguridad. (API)