Sadyhel Astudillo

 

Con una sincera y calurosa felicitación a mi hermano René con motivo de su cumpleaños. Mis mejores deseos para ti y toda tú familia para este y todos los años venideros.

Algunos años atrás cuando alguien quería discutir o platicar sobre cualquier tema por lo regular se reunían con sus amigos o familiares para platicar largo y tendido. Cuando ese tema era muy específico o no de dominio público se buscaba la compañía de alguien que también estuviera versado sobre dicho tema, de esta manera no solo se platicaría mejor, si o que se generaría conocimiento y se debatirían los puntos de vista de los participantes.
Así fue como las personas comenzaron a relacionarse gracias a gustos en común como: los autos, las ciencias, el futbol, los animales, la cocina, las cartas y un interminable etc., estos fueron los pretextos para amenas reuniones y cálidas discusiones, siempre haciendo lo posible por “llevar la fiesta en paz” y converger todas las ideas.
Lógicamente con el paso del tiempo algunos temas fueron más populares que otros y al ir tomando fuerza era cada vez más sencillo encontrar gente con la cual hablar sobre ello. Una vez que la mayoría de las personas obtuvo acceso a internet se dio cuenta de que ese era un nicho perfecto para conocer más personas afines y debatir con ellas sobre gustos en común. Fue de esta manera que se crearon los foros de internet.
En estas páginas, se debatía, compartían opiniones, puntos de vista, recuerdos, se planteaban y resolvían dudas, se compartían imágenes, más increíble aun, se podía ingresar a cualquier hora y desde cualquier parte del mundo, la distancia y el horario dejó de ser un impedimento al momento de iniciar una conversación. Pero algo realmente importante (y curioso) de estos foros es que la gran mayoría contaba con “reglas” que se deban de respetar, si uno deseaba participar en ellos.
No usar groserías, no compartir información comprometedora, no subir contenido para adultos y respetar a lo demás participantes eran las principales reglas que tenían estos foros, más sorprendente aun es que algunos contaban incluso con moderadores activos para diferentes temas.
Ahora todo lo ya mencionado son recuerdos, las redes sociales son el medio más popular de comunicación hoy en día, pero también es el más caótico, intolerante y explosivo (basta recordar el caso de TayTweets anteriormente mencionado en este espacio). Al parecer todo lo aprendido con respecto de la tolerancia, respeto y orden es olvidado o desechado tras estar del otro lado del monitor y contar con la “protección” del anonimato.
Las figuras públicas populares de internet como los “TweetStars” cuentan con una enorme cantidad de “seguidores” o suscriptores que se cuentan en millones y que únicamente están al pendiente de sus publicaciones o noticias para defender a capa y espada sus ideas aunque quizá no las entiendan o ni se molesten en comprobarlas. De esta forma el compartir opiniones (quizá verborragias es una palabra más adecuada) de personas vacuas y execrables es algo rutinario en internet, esto debido a que las mimas personas que los siguen no se molestan por cultivarse más o por simple curiosidad leer con detenimiento lo que están a punto de compartir con su nombre.
El no tener una opinión propia, o peor aún opinar sin tener la menor idea del tema, ha generado una polarización al momento de hablar de casi cualquier tema en internet. De esta forma todo es negro o es blanco, no hay intermedios ni el más mínimo interés por comprobarlo y generar sus propias opiniones, cuando ese siempre ha sido el meollo de un debate.
Se humilla por estos medios sin permitir al acusado defenderse, se exhibe únicamente basándose en imágenes o información no trazable. El aprender y uno mismo generar una opinión propia para defenderla, se ha cambiado por la comodidad de compartir las ideas de alguien más que, como tiene muchos seguidores, debe tener la razón.
Esta pues, estimados lectores no es un ataque en contra de las redes sociales ni mucho menos (todo medio es algo para bien siempre y cuando se sepa utilizar), es una crítica a su contenido y al mal uso que se está haciendo de ellas. Es también una cordial invitación a leer y reflexionar un poco más antes de otorgar nuestro “like” o compartirlo; más importante aún, leer y estar consciente de la acción antes de crear un contenido.

letrasadyhel@outlook.com