ISAIAS ALANIS
* Engañar con la verdad
* Festival Afro en Cuajinicuilapa
* Aquí Chilpancingo: El “pasaporte”
A la memoria de José Dimayuga
En estos días aciagos para la democracia catalana y el doble juego de espejos del gobierno de México en lo referente a los actos de corrupción de Emilio Lozoya, que lograron paralizar la de por si estática tribuna de senadores y diputados, y poner en evidencia que Lozoya es un hombre cercano a Los Pinos y que está blindado ante cualquier efecto de la ley. El haber “encerrado” el caso por cinco años le permitirá al equipo encargado de cuidarlo hacer toda clase de maniobras, y de persistir en la inmunidad, el costo político será previsible en las elecciones del 2018.
Lozoya en vez de mantenerse calladito y en la oscuridad arremete contra quien se le ponga enfrente. Su historial delictivo al frente de PEMEX es bien sabido en Brasil. En México a ritmo del Mariachi Vargas de Tecatitlán es sabida su relación no solo con Odebrecht, sino con las firmas españolas, norteamericanas y canadienses.
Por eso la expresión coloquial de EPN al interior de su burbuja de “engañar con la verdad”, nos lleva a conocer el verdadero sentido de su gestión. ¿Acaso la verdad de su mandato es la engañifa, y la mentira de que no existe corrupción es la verdad?
Bajo este criterio la lista de atropellos al país es inmensa y la creación de colosales fortunas al calor de esta máxima sexenal es la prueba. Nadie ha sido tocado: verdad irrefutable, por tanto el juego de palabras en un presidente a veces afásico es cosa de siquiatra o de plano de la Auditoria Superior de la Federación que no da una, o del pueblo de México que se ha quedado calladito.
Festival afro en Cuijla
Durante los días 30 y 31 de octubre previo a las festividades de Todos Santos, se llevó a cabo en Cuajinicuilapa, Guerrero, epicentro mexicano de la negritud y sus primeros estudios, un festival que contó con conferencias, muestra gastronómica, Pendón y el Encuentro de Diablos.
El ayuntamiento de esa demarcación se encargó de los festejos a través de la Dirección de Cultura. El alcalde Constantino García Cisneros, un orgulloso afrodescendiente, inauguró los eventos que iniciaron con una exposición del pintor Baltazar Castellano Melo, oriundo de Cuijla. Posteriormente en las conferencias participaron los peruanos Aidé Quiroz, sobre identidad y encuestas; Óscar Chamby Echegaray, similitudes entre peruanos y afros de Guerrero y la experiencia del museo afro del Perú, y el que esto escribe con una disertación sobre “Identidad, cultura y tradiciones afrodescendientes en poesía, corridos, sones y chilenas”.
Lo interesante de la exposición, las charlas y posteriormente la muestra gastronómica fue la presencia del alcalde. Normalmente los políticos, inauguran y se van. El edil de Cuajinicuilapa escuchó con atención las pláticas y una vez terminada esa fase del festival, se continuó el programa con la muestra gastronómica celebrada en el Salón de Usos Múltiples de esa localidad.
Una vez inaugurado por personalidades locales, me di a la tarea de recorrer la muestra que tiene cinco raíces y una falange de sabores. Probé los tamales de chipil, tichinda, un bivalvo que crece en lagunas y esteros; asistí al banquete de las sensaciones; degusté bazo relleno, mole de cusuco, caldo de endoco, pescado a la talla “enchirmolado”, me detuve frente a una enorme piscina de cervezas frías y extraje dos de un solo golpe. Probé el caldo de iguana, de iguanario, agua de chicayota, arremetí con un buen tamal de carne cruda. Después de hacer un alto para serenar la barriga. Degusté un excelente chilate. Y mientras hacía una pausa el vecino de mesa llegó con un plato de mole, y para mi sorpresa vi que se trataba de mole de paloma ala blanca del Quizá, una pequeña comunidad que en un tiempo fue donde se sembraba el mejor tabaco de la región.
No corrí, volé hasta donde se hallaba la señora. Me sirvieron un par de palomas gracias a mi insistencia. Desde que conocí este manjar hace más de veinte años, me conmocionó su sabor, su equilibrio, no es picoso. La comunión con los ingredientes que las cocineras del Quizá realizan con exquisitez de sabor, olor y consistencia única, su templanza al paladar combina esencias y aromas. Al saborearlo despierta en las papilas gustativas una sensación placentera y lúbrica. He probado de todos los moles de México y ninguno como este. Y lo más importante es el sabor de la paloma ala blanca cuya alimentación es a base de ajonjolí en este tiempo y son cazadas mediante trampas. ¿Se imaginan? cultivar palomas, sacar del Quizá este mole y mandarlo a México y al mundo, sería un éxito total.
Una vez restablecido de la emoción por el fandango de los sabores, comí arroz con leche azucarado con panocha de Xochistlahuaca. Ante semejante comelitón deseaba un digestivo, pero nada. Me tuve que conformar con una botella de agua mineral bien fría.
Por la tarde noche le seguimos al paseo del Pendón con carros alegóricos, danzas y todo lo que en esta celebración báquica requiere.
Fui atendido personalmente por Francisco Antonio Baños, Ciro Antonio Sánchez y el director de la casa de la Cultura, Mohamed Molina, y desde luego por el alcalde cuijleño, Constantino García. ¡Cuánta oferta cultural tiene Guerrero!
“El pasaporte”
La semana pasada en un parque de Coyoacán en la CdMx, huyendo del intenso frío me metí a un restaurant de baguettes. Pedí uno con jamón serrano y otros ingredientes, y una copa de vino. La camarera me dijo amablemente que no se vende vino porque del otro lado del parque hay una escuela primaria y no se otorgan permisos por esa razón. Esta declaratoria me gustó, sin embargo, apenas regresé a Chilpancingo y pase a un costado del Colegio de Bachilleres, a veinte metros construyen un Oxxo. ¿Por qué ponen estas tiendas cerca de las escuelas?
Recuerdo el lío que se armó cuando en Cruz Roja Delegación Chilpancingo se consensó la renta del local al Oxxo. La primera negativa de algunos de nosotros fue la cercanía de la ESFAID. Lo otro el destino del dinero anual que esa empresa le pagaría a Cruz Roja. Dejé de ser consejero por razones de congruencia personal y renuncié ese trabajo “altruista”, que le ha permitido a los Hermanos Vázquez hacerse de la CONADE, montar un imperio no solo de hospitales y otras áreas de inversión privada. Cruz Roja también es negocio en México.
Si en la CdMx impiden que un restaurante venda vino, ¿por qué en Chilpancingo existen Oxxos frente a las escuelas?, y de tarde, noche y día, estas exitosas y caras tiendas son verdaderas cantinas donde los jóvenes compran chelas, “pomos” de todos, botanas con ingredientes extraterrestres porque en la etiqueta solo dice: “sabor vainilla, sabor chocolate”. Ilegalmente funcionan como banco, se paga luz, agua, telefonía mediante una cuota respectiva que les deja millonarias ganancias anuales libre de impuestos, entre otros servicios.
En estas tiendas que le dan salida a mercancía caduca mediante “ofertas”, han puesto de moda una bebida de dudosa procedencia que expenden como güisqui, el “Passport”.
La semana pasada me detuve en un Oxxo ubicado en la colonia 20 de noviembre, donde un grupo de cinco jóvenes escolapios de secundaria platicaban y uno de ellos dijo: “Ya está, vamos por ‘pasaporte’”. De súbito pensé en el programa que la Secultura ha implementado en Guerrero, y me pregunté ¿en qué proyecto participaron estos chavales y ganaron la beca de PaZaporte? Pero cuál no sería mi sorpresa, se metieron a la tienda y en pocos minutos regresaron con una botella de ese güisquí para mí intomable, hielo y agua mineral, todo por cien y menos de diez pesos. Entonces comprendí la metáfora, el “pasaporte” es una botella de Passport.
Si el problema de la adicción a las drogas es aterradora en México, si la autoridades permiten que este tipo de establecimientos se planten frente a las escuelas, dentro de poco el incremento de menores de edad alcohólicos será alarmante y un problema de salud pública para México.
¿Qué dice sobre este punto el nuevo presidente de Chilpancingo? Sería bueno que los padres de familia de las escuelas donde existen estas tiendas hicieran una protesta ante el Ayuntamiento y la SEG para que fueran reubicadas porque expenden bebidas embriagantes a todas horas, sin ton ni son, a jóvenes estudiantes de primaria, secundaria y media superior de Chilpancingo.