Segunda parte
SADYHEL ASTUDILLO
Envío una sincera y cordial felicitación a mi tío Dona y mi
primo Carlos Astudillo con motivo de su cumpleaños. Muchas felicidades.
En la columna de hace dos semanas, se hizo mención acerca de los microrganismos y de cómo estos han sido estudiados en un sin número de experimentos en pro de la humanidad, así como para combatirlos; también de la explotación que se ha hecho en varias ramas de la farmacia y de la alimentación. Sin embargo, pareciera que se nos olvida –quizá convenientemente- que ellos también son seres vivos, no visibles a simple vista, pero vivos a final de cuentas y que, más experimentos realizados en ellos han dado cabida a teorías de que también pueden “sentir”.
La reflexión fue, en que talvez ellos han sentido toda esta infinidad de trabajos que durante años se han realizado. Probablemente no tengamos memoria a corto plazo, tal vez no seamos conscientes de su existencia, sin embargo, lo mismo se pensó –y se piensa- de algunos animales y no obstante ello, son respetados y gozan de derechos, entonces ¿No sería aplicable lo mismo para los microrganismos? Solo el tiempo y –curiosamente- más experimentos realizados en ellos, nos lo dirán.
Otra duda que este tema genera es: ¿Cómo podemos dividir que organismos o seres pueden o no gozar de derechos y ser tratados con respeto? Esta duda lleva miles de años con nosotros y las respuestas son muy ambiguas y la colaboración de hoy tiene la intención de generar más dudas y ponernos a reflexionar un poco.
No se necesita ser un experto en informática o programación para darnos cuenta de que realmente el término de “inteligente” aplica para los celulares y demás electrónicos que usamos en nuestro día a día; tienen capacidad de memoria y la posibilidad de aprender de ella, realizan cálculos muchas veces más rápido que un humano, tiene reconocimiento facial y dactilar, etc.
Sumado a lo anterior, la ciencia ficción por medio de películas y libros nos han ayudado a imaginarnos como toda esta tecnología evolucionará con el paso del tiempo. Serán más prácticos, -a un- más inteligentes, más veloces, más… ¿Humanos?
La inteligencia artificial que hoy en día está dando sus primeros pasos, nos va a permitir interactuar con software que (se especula) tendrán capacidades como las nuestras, aprendizaje, memoria por asociación, raciocinio y quizá conciencia de sí mismos, en ese momento lo único que nos diferenciaría de ellos sería tener un cuerpo físico, a menos claro que ese software se instale en un cuerpo parecido al humano; cuerpos que cabe mencionar hoy en día existen, entonces dentro de unos años no podremos diferenciarnos de un robot con un software inteligente, ni si quiera el test de Turing nos servirá.
En ese momento ¿Qué procederá con los robots? ¿Gozarán de derechos como todo ser vivo? ¿Serán solo utilizados a beneficio del hombre como los microrganismos? Quizá no sean seres vivos en toda la extensión de la palabra, pero si podrán demostrar estar vivos y ser conscientes de ello. Entonces, creo que es un buen momento para reflexionar que tanto abarca y conlleva el ser un ser vivo, hasta donde llega el ser consciente de ello y en qué momento podemos incluir o excluir a demás seres con los que compartimos este planeta.
Estoy seguro amables lectores, que para los amantes del cine y la literatura de ciencia ficción ya están pasando varias películas y libros por su mente: I.A., Her, Asimov, P.K. Dick y un largo etc. Por más fantástico que esto suene muy probablemente es un futuro que llegará, quizá no nos toque verlo, pero así será. Entonces pues, dejemos llevar por nuestra imaginación y pongamos a reflexionar un rato.
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