* “Te solicitamos desde la colectiva ‘Las del Aquelarre’, que no nos etiquetes ni utilices nuestro nombre”, le exigieron en redes sociales a la activista que difundió ayer un pronunciamiento sobre su caso
Alondra García
El colectivo feminista ‘Las del Aquelarre’ se desmarcó de la activista Yndira Sandoval Sánchez, debido a la prepotencia, clasismo y agresividad que mostró contra policías que la detuvieron el pasado 16 de septiembre en Tlapa de Comonfort, luego de escandalizar en una clínica particular y negarse a pagar la cuenta por los servicios médicos recibidos.
La tarde de ayer, Sandoval Sánchez publicó en su cuenta de Twitter un comunicado de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM).
En dicho comunicado, la RNDDHM manifestó su respaldo a la activista feminista, quien dijo que durante su detención fue torturada y violada por una agente de la Policía Preventiva.
En el tweet, Sandoval Sánchez etiquetó a la jefa delegacional de Tlalpan, Claudia Sheimbaum, y a varias organizaciones feministas como Las del Aquelarre, El Caracol, Mx en Alerta de Género, Voces Feministas, Lista Feminista, SemMéxico y LuchadorasMx.
Sin embargo, ninguna de las organizaciones compartió el comunicado de respaldo a la activista.
La única organización que respondió fue el colectivo feminista ‘Las del Aquelarre’ y lo hizo de la siguiente manera: “Te solicitamos desde la colectiva ‘Las del Aquelarre’, que no nos etiquetes ni utilices nuestro nombre”.
De esta manera, la organización se desmarcó totalmente de Sandoval Sánchez, mientras que el resto de los colectivos simplemente la ignoraron, al igual que la jefa delegacional Claudia Sheimbaum.
Un día antes, la feminista, editorialista y analista política Marie Lou Salomé le dedicó una extensa carta en la que se refirió a ella como “una vergüenza” para el movimiento feminista.
En el documento reveló que tan pronto se dio a conocer la supuesta violación de Yndira Sandoval por una agente de la Policía Preventiva de Tlapa, tanto ella como todas las integrantes de organizaciones feministas recibieron “un mensaje donde se daba a conocer una ruta crítica de acciones (…). Al poco tiempo ya había hashtags, marcos de fotos de perfil, pero sobre todo instrucciones muy concisas: no se debía taggear (etiquetar) a Yndira por ningún motivo”.
Lou Salome comentó que esa indicación le pareció “poco comprensible”. Sin embargo, dijo que el movimiento siguió al pie de la letra todas las indicaciones, “sin cuestionarse nada”, a pesar de que la presunta victimaria era una mujer.
La analista consideró que la decisión que tomó Yndira Sandoval, de revelar el nombre de su supuesta agresora fue “un pobre cálculo político”, ya que de esa manera sometió a la mujer policía señalada a “uno de los peores escarnios jamás visto: mujeres feministas mandando a la hoguera a otra mujer”.
Lamentó que la presunta agresora fuera “satanizada” de inmediato por el simple hecho de ser policía.
Respecto a Yndira, comentó que es “una ex funcionaria pública y de partido político, controversial con actitudes conspiranoicas y prepotente que desde su trabajo en lo público violentó a varias mujeres, hizo gala de lo que se sabe es su carácter, del que hizo alarde con insultos racistas y clasistas”.
Marie Lou Salomé también cuestionó: “¿De cuándo acá ser defensora de derechos humanos es un salvoconducto para pasar por encima de las autoridades con toda prepotencia?”.
Insistió en que “Yndira le faltó a la autoridad, se negó a subir a una patrulla al ser detenida, es decir, exigir un trato privilegiado cuando a todas luces existió una falta, es un lujo que se da únicamente la clase política en este país”.
La feminista advirtió que “quien la conoce sabe de su actuar, su carácter y la violencia de la que es capaz”.
Asimismo, no descartó que hubiese ocurrido una violación sexual, por lo cual será necesario que las investigaciones se realicen hasta las últimas consecuencias, con las medidas y garantías que la mujer policía merece como cualquier persona frente a un debido proceso.
“De Yndira no digo nada, ella en sus inmensos privilegios y la red que desde el uso del poder político se ha construido, sabrá qué hacer”, dice.
Por último, Lou Salomé cuestionó: “¿A quién y para qué sirve nuestro feminismo?”, además que siente una “profunda pena de enunciarse feminista”.
Por ello, exigió que no se utilice su nombre para defender a Yndira Sandoval, pues se niega, como feminista, a ser cómplice de la activista que insiste en asegurar haber sido violada.