Bernardo Torres
Más de un centenar de los 170 elementos de la Policía Estatal, separados de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Guerrero (SSP-Gro), se manifestaron nuevamente en las instalaciones de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado (CDHEG), para reclamar a su presidente, Ramón Navarrete Magdaleno, su inacción en el caso.
Inmediatamente después de su despido, el pasado 30 de mayo, los policías interpusieron una queja ante la CDHEG, pero a más de cuatro meses, el organismo no ha emitido ninguna recomendación a la dependencia estatal, por el despido injustificado e ilegal de los elementos policiacos.
A cuatro meses, el proceso legal sigue estancado a pesar de un amparo interpuesto ante juzgados federales, no se ha emitido ninguna resolución y mucho menos castigo a los mandos responsables, a quienes señalan por haber violado sus derechos humanos y laborales.
Aunado a esto, denunciaron la grave omisión de Navarrete Magdaleno, quien ha dejado plantados en tres ocasiones a los ex policías y no ha retomado las recomendaciones ya emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
“Hasta el momento nos ha atendido dos veces el presidente de los Derechos Humanos, sin embargo otras tres ocasiones nos ha dejado plantados”.
Los 170 policías fueron separados a finales del mes de mayo, luego de haber protestado durante dos días por abusos de autoridad y en demanda del respeto a los días laborales y otros beneficios.
Afirman que de manera oficial nunca se les dio de baja o se les notificó su situación legal, por lo que ahora exigen ser restituidos.
Por la presión oficial, al menos 20 ex policías han tenido que aceptar los finiquitos que son menores a los 30 mil pesos a pesar de que hay agentes que trabajaron durante más de 10 años. (API)