* El alcalde aseguró que hubo quienes quisieron aprovechar el acumulamiento de 600 toneladas en calles y espacios públicos para convertir el problema en una emergencia sanitaria

 

Fernando Hernández

 

El alcalde Marco Antonio Leyva Mena declinó informar la ubicación del sitio en donde fueron arrojados las 600 toneladas de basura que fueron retiradas de calles y espacios públicos de Chilpancingo –como lo informó el propio primer edil—, que se acumularon durante el fin de semana, y consideró que lo que ocurrió “fue una pequeña crisis” que algunos pretendieron convertir en una emergencia sanitaria.

En la mañana de este jueves, el gobierno del estado intervino con camiones para retirar los desechos que se acumularon en diversos sitios, uno de ellos el estacionamiento del teatro “Ma. Luisa Ocampo”, donde el primer edil se apersonó para iniciar las labores de limpieza.

Ahí, Leyva Mena aseguró que la ubicación del destino final de los desechos, se mantenía en secreto para evitar conflictos con las camionetas recolectoras de ‘la basura jefa’, que han asumido funciones que le corresponden al Ayuntamiento.

“Estamos teniendo un destino emergente, permítame guardar el discreto silencio sobre este tema, pero estamos arreglando este tema y tampoco vamos a abrir otro”, anotó.

El alcalde no dejó en claro si el lugar en donde serían depositadas esas 600 toneladas de basura fuera de Chilpancingo cumple con las normas ambientales y si se hicieron los debidos estudios de posible impacto ambiental.

Explicó que el exceso de las lluvias de las últimas semanas convirtió en un “terreno chicloso” el acceso por el cual la maquinaria entra al basurero de El Platanal, ubicado en el municipio de Eduardo Neri (Zumpango), y por eso no se pudieron depositar los desechos en ese lugar todo el fin de semana.

Aseguró que el alcalde de Eduardo Neri, Pablo Higuera Fuentes, dio “preferencia a sus camiones para entrar y tirar la basura” en el tiradero a cielo abierto de El Platanal, y “es correcto yo hubiera hecho lo mismo”.

Recordó que esa decisión de limitar el acceso de los camiones de basura de Chilpancingo al tiradero de El Platanal, en dos días originó los problemas de saturación de basura en las calles de la capital.

Sin más detalles, comentó que se quiso convertir el problema en una emergencia sanitaria, lo que fue vista como “un botín político, incendiando a la gente, tomando las emociones de la gente, para que se hiciera una pequeña crisis, que se ha ido resolviendo junto con el gobierno del estado”.

Una reportera le recordó Higuera Fuentes dijo que Chilpancingo no pagó a la empresa que fue contratada y que realizaba trabajos para evitar la saturación del tiradero a cielo abierto de El Platanal.

Leyva Mena dijo que “no coincido con esa opinión, y por cierto me voy a reunir con él, vamos a tener acuerdos porque es importante para los dos municipios, yo puedo demostrarle las partes en las que hemos aplicado el dinero, y las aportaciones directamente a las cuentas de la empresa”.

“Quiero decir que tenemos calendarizados los pagos con la empresa, no fue ese el motivo” por el cual cerró el basurero de El Platanal, dijo el alcalde, e insistió que la crisis por la proliferación de basura se debió a que las lluvias complicaron el trabajo de las máquinas de la empresa.