* Camionetas de ‘la basura jefa’ dejaron de prestar el servicio de recolección de desechos y las calles y avenidas de Chilpancingo se convirtieron en grandes basureros al aire libre

 

* El basurero de El Platanal, en Zumpango, fue cerrado desde el fin de semana debido a que el gobierno de Marco Leyva tiene un adeudo con la empresa que trabaja en su tratamiento  

 

Jesús Saavedra

La asociación de particulares de recolectores de basura, conocidos como ‘la basura jefa’, decidieron suspender sus servicios hasta que el gobierno de Marco Antonio Leyva Mena no tenga un lugar donde depositar las más de 300 toneladas de desechos que a diario se generan en esta capital.
Eso provocó que este fin de semana se registrara una nueva crisis en la capital del estado, donde las esquinas de muchas calles y avenidas, incluso las más céntricas, se convirtieron en verdaderos basureros clandestinos.
El jueves de la semana pasada, el alcalde Marco Antonio Leyva Mena aseguró que había llegado a un acuerdo con habitantes de El Platanar y la empresa que maneja las dos celdas donde se deposita la basura de la capital, para mantenerlas abiertas un mes más.
Esto a pesar de que el alcalde de Zumpango, Pablo Higuera Fuentes, había dicho que pidió a la empresa que trabaja en ese basurero que se procedería al cierre definitivo al concluir septiembre.
Con la intervención del gobierno del estado, el municipio de Chilpancingo y Zumpango firmaron un acuerdo para abrir esas dos celdas de saneamiento en terrenos de El Platanar durante seis meses, plazo que se venció en agosto y se extendió un mes más, mientras que Leyva Mena insistía que estaría abierto hasta diciembre.
Desde el jueves pasado, las dos celdas están cerradas porque el gobierno municipal de Chilpancingo tiene un adeudo con la empresa privada que maneja el saneamiento del basurero de El Platanar.
Por segunda ocasión en el año, los recolectores de ‘la basura jefa’ están provocando una crisis sanitaria en Chilpancingo, ante la evidente falta de capacidad de Servicios Públicos municipales para ofrecer el servicio de recolección de basura y la falta de un sitio al que se puedan llevar las más de 300 toneladas de desechos que se producen en la capital.
En enero pasado, debido al cierre del basurero en La Cinca, los de ‘la basura jefa’ estacionaron decenas de sus camionetas varios días, con todo y basura, en la plancha de la Plaza Cívica, a manera de protesta, crisis que concluyó con la apertura de un tiradero de basura a cielo abierto en terrenos de la familia del alcalde en el cerro de Machohua.
Esta situación obligó a intervenir al gobernador Héctor Astudillo Flores, para convencer a las autoridades municipales de Eduardo Neri para que permitieran las celdas de saneamiento en el basurero de El Platanar.
A ocho meses después, Leyva Mena dijo que el 19 de octubre próximo, cuando rinda su segundo informe de labores, dará a conocer la adquisición de un terreno donde se instalará un relleno sanitario, el cual tardará unos 9 meses para iniciar sus operaciones, por lo que no se tendría dónde depositar las más de 300 toneladas de basura que a diario se generan en esta capital.