* Moisés Nava, antropólogo social, advirtió que en cualquier momento podría “desatarse una catástrofe” en comunidades de los municipios de Leonardo Bravo y Heliodoro Castillo

 

ALONDRA GARCÍA

 

El antropólogo social Moisés Nava Nava alertó que “en cualquier momento podría desatarse otra catástrofe” en las comunidades de la sierra de Heliodoro Castillo y Leonardo Bravo, debido a las “fuertes tensiones” entre pobladores y grupos delictivos.

El académico participó en el primer coloquio “Violencias: complejidad y alternativas”, donde disertó la ponencia titulada “La disputa por el oro rojo: identidad, masculinidad, narcotráfico y violencia en la sierra de Guerrero”.

Durante su exposición señaló que “hablar de la sierra de Guerrero (…) rápidamente nos hace pensar en un lugar donde la violencia despega enérgicamente”, ya que “desde aquí surgen varios retumbes que hacen vibrar no sólo al estado, sino también a la nación”.

Uno de los “retumbes que desencadenan la violencia”, dijo, es el narcotráfico. Por ello, destacó que es precisamente en la sierra de Guerrero donde se siembra la mayor cantidad de amapola, flor de la que se extrae la goma que sirve como base para la elaboración de heroína, droga de alto consumo en el mercado de Estados Unidos.

El investigador destacó que el cultivo de amapola forma parte de la identidad cultural de los pueblos de la sierra y que la defensa de su producción es una pieza fundamental en la construcción de su masculinidad.

Por ello, explicó que “las acciones y conductas dominantes que infunden terror” tienen el objetivo de “defender el cultivo de amapola”.

Sin embargo, señaló que la violencia también “juega un papel de resistencia fundamental” para los habitantes de la sierra, en un intento por “defender el derecho a su cultura y a su supervivencia en el paso del tiempo”.

Nava Nava recordó que el presidente Felipe Calderón Hinojosa “implementó fuertes políticas contra el narcotráfico, las cuales repercutieron en la estabilidad de la sierra”.

A partir de esta situación, indicó que los sierreños tuvieron que defenderse “del Estado” y de “sus contrarios”, en referencia a los cárteles antagónicos.

De esta manera, dijo, “la sierra se consolidó como un territorio ilícito importante y violento”.

“Ejemplos claros de estas disputas tenemos los recientes acontecimientos violentos en la comunidad de Pueblo Viejo, municipio de Heliodoro Castillo; las fuertes tensiones entre pobladores y grupos delictivos que operan en las comunidades de Filo de Caballos y Campo de Aviación, en Leonardo Bravo, donde en cualquier momento podría desatarse otra catástrofe”, expuso Nava Nava.

El antropólogo social señaló que los hechos violentos que ocurren en la sierra manifiestan “una clara disputa” en la que se involucran los cárteles de la droga, los habitantes de la sierra en defensa de la siembra de amapola (la cual conciben como el único medio eficaz para subsistir) y el Estado, que pretende detener esta actividad ilícita a través de su “fuerza policial de combate”.

“Así encontramos más problemas en otras comunidades de San Miguel Totolapan”, señaló Nava Nava, donde “las constantes guerras entre grupos delictivos terminan por desplazar a comunidades enteras, dejando pueblos fantasmas”.

El investigador aseveró que las políticas de combate al narcotráfico no han funcionado y tampoco las estrategias para evitar la siembra de amapola.

En cambio, dijo que “han intensificado el problema y la violencia ha ido a más”.

La causa, según Nava Nava, es “la falta de perspicacia por parte quienes diseñan estas acciones sin tomar en cuenta la voz de los pobladores”.