* Las ficciones de Peña
Isaías Alanís
El quinto informe de EPN fue una muestra de frivolidad y descarga mediática de un mundo de fantasía. No recuerdo otro fasto de ficciones más bochornoso para los mexicanos que el celebrado en Palacio Nacional. Una conmemoración a la falacia plagada de auto elogios de un gobernante que desde el inicio de su mandato comenzó con el pie chueco y en pocos meses sucumbió a una caída estrepitosa hasta los socavones visibles y profundos de la corrupción y el retintín de los mexicanos.
El informe fue precedido por la renegociación del TLC, las calendas para el control del Senado para imponer un fiscal por nueve años y mantenerse protegidos contra acciones de la justicia. Desde Los Pinos, Gamboa Patrón a sabiendas de la fractura al interior del PAN y como venganza porque Ricardo Anaya se opuso a dejar de bodyguard a Raúl Cervantes Andrade como fiscal transexenal, le colocó el hierro en la llaga al FAD al designar a Ernesto Cordero como presidente de la Mesa Directiva del Senado. Acaso ¿es una herida necesaria para pactar una transición de terciopelo?
Esta toxicidad crónica enrarece al propio FAD y al quinto informe donde un EPN visionario del pasado en cinco ejes diseñó un arenga tragicómica: “La disyuntiva es muy clara: seguir construyendo para hacer de México una de las potencias mundiales del siglo XXI o ceder a un modelo del pasado que ya ha fracasado’’. ¿Qué dice cuando dice lo que dice Peña, y a qué pasado se refiere?
En su arenga oxidada en el presente aseguró que descendieron los índices de pobreza, que bajaron los crímenes: “se han dado golpes a las principales organizaciones criminales y neutralizado a 107 de los 122 delincuentes más peligrosos”, y lavándose las manos le echa la culpa a los municipios: “Hoy, una parte significativa de los homicidios no está relacionada con el crimen organizado, sino con delitos del fuero común, aquellos que son responsabilidad de los estados y municipios”. La verdad es que del 1 de diciembre de 2012 –cuando Peña tomó posesión de la Presidencia– al 31 de julio de 2017, se cometieron 104 mil 602 homicidios dolosos en México.
Y otro paralogismo cuestionable: “que no se han violentado los derechos humanos”; “las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos dirigidas a la administración pública federal se han reducido en 30 por ciento, al pasar de 63 a 44 en 2016”. ¿Será una simulación? que “hoy el país está mejor que hace cinco años, y se han sentado las bases para que en el próximo quinquenio existan mejores condiciones…”. ¿EPN cambiará los sexenios por quinquenios?
Que “en este sexenio más de 2 millones de personas superaron la pobreza extrema alimentaria, y reveló que “los avances han colocado a los principales indicadores y carencias sociales en sus ‘mínimos históricos’ y los mayores avances de la política social se han reflejado en los sectores más vulnerables: el porcentaje de personas en pobreza se redujo de 45.5 por ciento hacia finales del sexenio anterior a 43.6…”.
Y en cuanto a la corrupción, sin dar precisiones lo señaló en tiempo pasado: “Quienes han sido denunciados como presuntos responsables de actos de corrupción están siendo investigados y procesados por las instituciones correspondientes, sin importar su filiación partidista ni la posición que hayan ocupado…”
Y la lista interminable de funcionarios, gobernadores y empresarios pillados en actos de ilegalidad ¿Hasta cuándo van a ser detenidos, juzgados y encarcelados?
Se refirió de refilón a la reforma educativa y solo ventiló que “se auditó la nómina del magisterio, detectando más de 40 mil plazas que no eran utilizadas en labores docentes. Ahora, esas plazas, que tienen un valor anual de 5 mil millones de pesos, se destinarán a maestras y maestros frente a grupo”.
Todo lo demás fue escenografía preelectoral en un marco de triunfalismo mientras el país se desmorona si llueve o hay sequía, basta el vuelo de un mosquito para que la nación se estremezca.
Y pese a que muchos esperaban que se destapara al “tapado”, el presidente guardó silencio y lo que hizo fue enfocar las baterías contra el líder de Morena. ¿Providencia anticipada o el regreso a las prácticas ejercitadas en el Edomex en las pasadas elecciones?
AL SONORO RUGIR DEL FAD
Las toxinas partidarias han dejado mucho de qué hablar, la creolina, (PAN); el aceite, (PRD); el agua, (MC); la sal, (PANAL), y el chapopote, (PVEM), acordaron ir en alianza estratégica para ganarle a Morena y al PRI. En estos días las franquicias que intervendrán en la quiniela de cinco que podrían ser más se presentaron hoy al consentidor INE a facturar el Frente Amplio Democrático que algunos analistas llaman el segundo Pacto Contra México. Los de la creolina, Pan, por conducto de Margarita Zavala, pidió la destitución de Ricardo Anaya. El PRD, el aceite, expulsará a los que le brinquen a Morena, los otros partidos que siempre han sido la comparsa de pedigrí del PRI, calladitos se ven más bonitos.
En tanto los frentistas no se decidan a quién van a lanzar como señuelo para la Presidencia, hacen cuentas alegres de senadurías, diputaciones, presidencias municipales que se van a rifar en la quiniela estelar. La ponzoña ya le estalló al PAN, sigue el PRD, “los que quieran irse…no se tarden…”. Y a otros los expulsaron como a Ifigenia Martínez, ícono femenino de la izquierda mexicana, entre otros.
DE REOJO
El alza en la tarifa del peaje en las autopistas de México, es una cachetada a la economía nacional, la canasta básica se va ir a las nubes. Y para Guerrero una maldición, los turistas arriban en auto a Acapulco y Zihuatanejo, de la CdMx, Edomex, Puebla, Morelos, Hidalgo, Querétaro, etc., cruzan el socavón del Paso Exprés, continúan por la Autopista del Sol y tras sortear derrumbes llegan a su destino con el bolsillo sangrado. El mes patrio entró a rajatabla a México y Guerrero, si los índices de violencia impiden la llegada de turistas extranjeros, con el alza al peaje, se inhibirá el turismo regional y nacional a la Perla del Pacífico.