Por Andrés Campuzano Baylón

 

Fuerte, bastante fuerte, ha sido el trabajo en Acapulco, inversiones millonarias y desarrollos inmobiliarios se hacen todos los días.

Porque, pese a los problemas sociales, el de la inseguridad, sobre todo, la obra pública del sector oficial y del privado no se frena.

Al Acapulco de todos se le han montado eventos de gran resonancia internacional, como la convención bancaria y el tiánguis turístico; se construyó una corta autopista que comunica al Acapulco Diamante con el centro de la ciudad y al Acapulco Tradicional.

Se puso en funcionamiento el Acabus y se han ampliado los vuelos aéreos y las corridas en autobuses con la capital del país.

Acapulco es increíblemente hermoso. El clima no lo tiene otro destino de playa en el mundo.

Pero si a eso le agregamos vegetación abundante, rincones de playas, fascinantes puestas del sol, comidas y –ojo– la calidez de su gente, entonces el turista queda impactado y regresa a este bello lugar.

Por eso tiene enemigos que cada “de vez en cuando” arremeten contra Acapulco cuando sucede –como ocurre en ciudades del planeta– algún hecho violento.

El gobernador Héctor Astudillo Flores como jefe del estado suriano, coordina el reposicionamiento del Triángulo del Sol (Acapulco, Taxco e Ixtapa-Zihuatanejo) y también ha declarado sobre estas campañas infamantes que se hacen desde Estados Unidos, pero…, que no será ni la primera y última embestida contra la Perla del Pacífico porque hay intereses inconfesables por dañar la imagen del hermoso Acapulco…