JESÚS SAAVEDRA

 

TLAPA.— A dos años de haber sido inaugurada por el presidente Enrique Peña Nieto, el centro de atención Ciudad Mujeres que atiende a casi cinco mil personas al mes, atraviesa por una severa crisis administrativa, por la que amagan con despedir a la mitad del personal, ante situación las trabajadoras decidieron tomar las instalaciones desde el viernes pasado.

Hace dos años, justo el día de su cumpleaños, el presidente Peña Nieto inauguró estas instalaciones donde se brinda asesoría jurídica y de salud a mujeres en condiciones de riesgo o de violencia, la mayoría indígenas, que acuden para ser atendidas en uno de los siete módulos que tienen operando.

Lo que pretende ser un centro de atención modelo a la mujer en esta región, considerada una de las más pobres y con mayor rezago social del país, podría concluir su objetivo ante la falta de recursos públicos para su funcionamiento, que deriva en adeudos salariales al personal y representa la amenaza de despido para la mitad de los 60 trabajadores que tiene.

Desde el viernes los trabajadores decidieron tomar esas instalaciones que se encuentran a un costado del cuartel regional de la policía del estado y en espera que sean atendidas sus peticiones por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), cuyo titular es Rosario Robles Berlanga.

En sus demandas piden que les paguen los adeudos salariales desde hace cinco meses; que se les concedan prestaciones salariales como aguinaldo, seguro médico, seguro de vida, prima vacacional, utilidades, jornada laboral de 8 horas, pagó de horas extras y viáticos; además también demandan que haya una revisión de la Contraloría a la administración de dicho centro.

Araceli Hernández señaló que desde la apertura de este centro de atención no se les paga de manera puntual sus salarios a psicólogas, abogadas, trabajadores sociales que atienden a mujeres de los 19 municipios indígenas de la región.

Denunció que ya hubo dos recortes de personal y que iban dirigidos contra las personas que se inconformaron con su situación laboral, pero “no nos vamos a quedar calladas porque es ilógico que siendo un centro de atención a mujeres, precisamente se cometan injusticias contra nosotras”, dijo.

Se quejaron de la directora de Ciudad Mujeres, Nayeli Ávila Carrera, quien no las ha querido atender, e incluso ya les avisó que al 50 por ciento del personal se le reducirá el salario a la mitad, y que la próxima semana empezarán a pagar los adeudos salariales que tienen con las trabajadoras.

Criticaron que se dé un trato laboral así a las trabajadoras de Ciudad Mujeres de la región de la Montaña “justo ahora que se emitió una alerta de género y cuando se necesita que se atiendan a las mujeres maltratadas de esta región, es ilógico y va contra el propio discurso del gobierno”.

Hicieron un llamado a la titular de Sedatu, Rosario Robles, a que atienda sus demandas y que se haga una revisión operativa a este centro de atención “atendemos a cinco mil mujeres al mes, ha sido funcional y para beneficio de las mujeres en riesgo o con problemas de violencia”.