* Mediante un video que circuló en redes sociales, padres de familia encaran al cura de la parroquia de San José y lo acusan de estar ebrio y de haber tocado a las niñas que fueron a confesarse para recibir la primera comunión

 

REDACCIÓN

 

La Arquidiócesis de Acapulco informó que ya abrió una investigación por el supuesto abuso sexual cometido por un sacerdote contra algunos menores de la comunidad de Tunzingo.

En días pasados se viralizó un video en las redes sociales, en el que unos padres de familia confrontan al sacerdote de la parroquia de San José, lo acusan de estar borracho y de haber tocado a las niñas que fueron a confesarse para recibir la primera comunión.

El video se habría grabado el jueves 22 de junio dentro de la iglesia, frente a varios feligreses.

Vía comunicado, la Iglesia católica informó que tan pronto se tuvo información al respecto, procedió a iniciar una investigación.

“De acuerdo con el testimonio de la comunidad parroquial, es decir, de los habitantes, se trató de un incidente que al momento de ser difundido fue sacado de contexto”, indica el comunicado.

La Arquidiócesis afirmó la ceremonia ofrecida este sábado en Tunzingo se realizó “en completa calma” y que las personas directamente involucradas asistieron y participaron activamente en la Eucaristía.

Incluso afirmó que una de las mujeres que es señalada como presunta víctima de abuso por parte del cura, acudió a la celebración religiosa y recibió el sacramento de la Primera Comunión.

Según la Arquidiócesis de Acapulco, tras visitar la parroquia de San José, en la comunidad de Tunzingo, se recabaron datos en relación a lo ocurrido y confirmaron que sólo se trató de un incidente por parte de los habitantes de la comunidad.

La Iglesia Católica informó que continuarán las investigaciones para que con pruebas y argumentos sólidos se determine el origen del incidente y “poder actuar al respecto con base a la verdad y la justicia”.

En el video que comenzó a ser difundido el sábado a través de las redes sociales, un grupo de pobladores confronta a gritos a un sacerdote.

Los feligreses lo acusan de oficiar la misa en estado de ebriedad y de haber tocado de manera lasciva a unas niñas.

Por su parte, el cura respondió: “yo confieso que no fue así”, a lo que un inconforme le contesta, “entonces son mentirosas las niñas, son mentirosas, te lo dijeron en la cara, ya te lo dijeron en la cara, tus amistades no te buscan porque tú las sometes, yo como no me sometes yo te voy a reclamar en tu cara porque tengo valor civil”.

En la discusión uno de las vecinas menciona: “Cómo vas a creer, si se lo hubieran hecho a tu nieta te habría de doler, la otra vez mi niña llegó llorando y me dijo que usted la manoseó”, ante esto el sacerdote negó todas las acusaciones.