MARCIANO SALINAS

 

Después de haber obtenido múltiples medallas en Juegos Panamericanos y de participar en cuatro Juegos Olímpicos, la judoca Vanessa Zambotti Barreto se retira del Tatami y deja las Villas de los atletas de Tlalpan en las instalaciones de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), en donde se instaló durante doce años.

Recordó que en este lapso prácticamente vivió, estudió y preparó, con el apoyo de los mejores  entrenadores, fisioterapistas, médicos, nutriólogos y especialistas fue una bella época para ella.

“Fue una etapa muy linda, hice muchos amigos deportistas y personas que trabajan en Villas Tlalpan. Fue mi hogar y mi familia por doce años”, manifestó la destacada deportista.

El pasado domingo Vanessa Zambotti recibió un homenaje de parte de la Federación Internacional de Judo (IFJ) y de la Federación Mexicana de Judo, en el marco de la Olimpiada Nacional 2017 y del Grand Prix de Judo, que se llevó a cabo en Cancún, Quintana Roo.

Originaria de Parral, Chihuahua, y con tan sólo 35 años de edad, Vanessa Zambotti recordó que su carrera deportiva la inició en la Olimpiada Nacional de 1997 y recordó también haber replicado con éxito su participación en las ediciones 1999, 2000 y 2001 de esta justa nacional.

La judoca fue ganadora de oro en los Juegos Panamericanos de 2007, en Río de Janeiro, Brasil. En 2011, obtuvo la presea de bronce en los Panamericanos de Guadalajara, Jalisco y; en 2015 se adjudicó la plata en los Panamericanos de Toronto, Canadá.

Su victoriosa carrera se vio refrendada en los 17  Campeonatos Panamericanos, 2001-2015, en los que obtuvo un oro, seis platas y 10 bronces, siempre en la categoría de +78 kilogramos.

También participó en los Juegos Olímpicos de 2004, 2008, 2012 y  los más recientes de 2016 en Río de Janeiro, Brasil,  donde fue eliminada en su primer encuentro, con la francesa  Emile Andeol.

El resultado de su participación y otros factores la llevaron  a despedirse de los Juegos Olímpicos y ahora lo hace de manera oficial de los Tatamis, después de casi 20 años de ser una de las más grandes competidoras de Judo de nuestro país.

La atleta mexicana es además de una judoca consagrada, comunicóloga, graduada por la Universidad del Valle de México y Chef, con un gusto especial por los tacos y la comida japonesa que ella misma prepara.

Ahora su próximo reto está en la comunicación, carrera que le apasiona y podrá desarrollar como responsable de esa área en la Confederación Panamericana de Judo.

Convencida de que lo que más le gusta debe realizarlo con pasión, dijo que no se encuentra en sus planes ser entrenadora de judo, sino seguir promoviendo esta disciplina en México y en el mundo.

Dijo además, que se aleja de las competencias satisfecha y muy contenta de lo que hizo, y no obstante que no logró una medalla olímpica, cumplió su sueño de asistir no a uno, sino a cuatro Juegos Olímpicos.

“Si, me voy muy contenta  de lo que hice, creo que igual no se logró una medalla olímpica, que es lo que yo hubiera querido, pero me voy contenta de que lo intenté cuatro veces, puse mi mayor esfuerzo, no se pudo y me quedo con la satisfacción de que lo intenté”, aseguró.