* Las embajadoras por la paz en Guerrero
* Silvia Pinal, Araceli Arámbula y otras famosas
* Combatir el mal, haciendo el bien: Astudillo
Jorge VALDEZ
Mercedes Calvo de Astudillo, presidenta del Voluntariado estatal del DIF-Guerrero, advirtió que involucrar a mujeres influyentes, comprometidas y famosas, que tienen un liderazgo social, al galardonarlas como embajadoras por una cultura por la paz, es comprometerlas de manera positiva con la sociedad.
Silvia Pinal, Karla Estrada, Araceli Arámbula, el rabino Siri Siri Rabí Saan Kabh, entre otros, han sido investidos con ese galardón de embajadores por la Paz en la entidad, como parte de una estrategia que poco se ha dicho y replicado en los medios.
Independientemente de la estrategia que se pretende desarrollar con estas designaciones honoríficas –puesto que no existen en ninguna legislación que la soporte, ya que son a título honorario— la señora Calvo de Astudillo ha sido particularmente propositiva de acercar al DIF a personajes del medio artístico, religioso y social para que se sumen a crear condiciones que arraiguen una cultura por la paz en nuestra entidad que padece el flagelo de la violencia descarnada y cruel.
Mercedes Calvo ha sido en estos dos años, desde que fue electo el gobernador Héctor Astudillo Flores, el 7 de junio del 2015, una voz insistente de establecer vínculos con personajes influyentes en la vida social, como es el caso de la primera actriz Silvia Pinal, productora y conductora del programa “Mujer. Casos de la Vida Real”, de la empresa Televisa.
El impacto mediático de estas acciones que patrocina el DIF-Guerrero ha sido precario, sin consecuencias reales, puesto que no hay parámetros de medición sobre la disminución de la incidencia delictiva, ni de cómo se perfile esa nueva cultura por la paz. Aunque la idea, el concepto, sea atractivo y de excelente objetivo, no se advierten sus efectos ni tampoco se observa a los depositarios de tales galardones actuar en consecuencia.
Sí es benéfica, oportuna, consecuente la estrategia de sumarse a las labores de los gobiernos estatal y federal en esa lucha de restaurar el tejido social dañado por los efectos de la violencia, pero sin una conexión coordinada a través de medios electrónicos como la radio y televisión, resulta ineficaz y hasta de poca trascendencia. Quizá sí haya esfuerzos, pero esporádicos y de muy poca o escasa penetración social.
Desde hace varios años, pocos han sido los esfuerzos por desplegar campañas donde la radio y televisión se sumen, de manera solidaria, sin que haya de por medio el pago de facturas o convenios publicitarios. Es real, ni siquiera en los medios gubernamentales se despliegan spots o mensajes que den seguimiento a esta iniciativa de Mercedes Calvo.
Hay nulo fomento de las empresas radiofónicas –la que me diga, en este preciso momento— donde se hagan eco a la creación de una conciencia por la limpieza, la higiene, la cultura vial, derechos del peatón y obligaciones de automovilistas. ¿Habrá momento para fomentar la cultura por la paz?
Todos los esfuerzos que se dispongan para alcanzar la meta propuesta por las autoridades necesariamente deben ir acompañados por los medios de comunicación. Mensajes audiovisuales con un poder de convocatoria convincente, es lo que hace falta a todo lo bien planeado y anunciado por las autoridades. Sin esto, se pierde la conectividad, el acercamiento y se trunca la estrategia de dar a conocer pública y masivamente las buenas acciones que se desplieguen.
Apostarle todo a las redes sociales es limitar y hasta menospreciar la penetración de la radio y la televisión en cuestiones tan sensibles. La embajadora por la Paz, Silvia Pinal forjó su trayectoria en el cine, la radio y la televisión. La productora Karla Estrada igual, en la tele. La actriz Araceli Arámbula lo mismo.
El cine es otro medio olvidado, abandonado, y vaya que tiene una penetración formidable. Pero…
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.